IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
En una noche en la que Steelers y Bengals traspasaron la rudeza del futbol americano al convertirlo en un juego violento y maligno, Pittsburgh consiguió su séptima victoria en fila al vencer 23-20 a Cincinnati.
Si bien el resultado lo celebran porque se mantienen en la pelea por terminar como el mejor equipo de la Conferencia Americana, en Pittsburgh se fueron a dormir preocupados por la salud de su linebacker Ryan Shazier.
En los primeros minutos del periodo inicial, Shazier intentó una tacleada sobre Josh Malone cuando su cuerpo perdió rigidez luego del contacto. En defensivo se llevó la mano izquierda a la espalda baja con posible pérdida de la sensación de las extremidades. Shazier fue llevado al Centro Médico de la Universidad de Cincinnati, donde al cierre de esta edición no se había dado un reporte oficial por parte de los médicos.
Con cuatro segundos en el reloj, el pateador Chris Boswell convirtió un gol de campo de 38 yardas que le dio el triunfo a Steelers. Al medio tiempo Cincinnati se fue al frente 17-3. Por segunda ocasión en la historia 1997 vs Baltimore), los Steelers superaron un déficit de 14 puntos al salir a la segunda mitad para llevarse el triunfo.
Ben Roethlisberger se convirtió en el octavo quarterback de la NFL en lanzar para 50 mil yardas o más en temporada regular. Roethlisberger terminó el partido con 290 yardas, dos pases de touchdown y una intercepción.
Entre ambos equipos sumaron 20 castigos, de los cuales varios fueron por conducta violenta al momento de golpear. El linebacker de Bengals, Vontaze Burfict fue sacado del campo en camilla luego de recibir un golpe casco contra casco del receptor JuJu Smith-Schuster.
El corredor de Cincinnati, Joe Mixon , tampoco regresó después de haber sido sacado del terreno con una conmoción cerebral.
Por primera ocasión desde 2004, los Steelers inician con récord de 10-2 y acumulan nueve victorias en horario estelar, la racha más larga de la actualidad.
Andy Dalton 234 yardas y dos anotaciones por aire.