IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
Nada puede salir bien en una noche cuando el líder moral del equipo sufre la pérdida de su compañera de vida. Poco importa un partido o un resultado para los Spurs, que pasan amarga desde el miércoles, cuando se enteraron de la muerte de la esposa de Gregg Popovich, coach desde 1996 de San Antonio.
Popovich no acudió a la arena, como tampoco el ánimo de ningún de los jugadores, quienes este jueves no pudieron competir con los campeones de la NBA.
Golden State ganó 110-97 y se puso a un triunfo de avanzar con barrida sobre una quinteta a la que en la era Popovich le podrá faltar todo, menos combatividad.
La noche fue tan fría, que los de Golden State celebraron de forma sobria. Las grandes jugadas y el final del partido se acompañó con largos reposos.
Durante los 51 años de historia en la franquicia, los Spurs nunca han perdido ocho partidos consecutivos de Playoffs. Ahora suman siete al hilo y no se ve por dónde puedan revertir la tendencia para el Juego 4.
Mientras, los Warriors ya hilaron 18 victorias en postemporada de la Conferencia Oeste.
El mejor hombre del conjunto de la Bahía fue Kevin Durant, quien aportó 26 puntos, nueve rebotes y seis asistencias. Klay Thompson sumó 19 unidades.
Durant tuvo que abandonar el encuentro por una torcedura de tobillo izquierdo.
El delantero fue revisado por el personal en el banquillo por varios minutos antes de irse al vestuario poco antes del final.
El guardia de Golden State, Shaun Livingston también sufrió un esguince en el tobillo en el último periodo.
San Antonio no transmitió un video tributo ni guardó un momento de silencio por la esposa de Popovich en un intento de hacer el día lo más rutinario posible, pero eso fue imposible.