IMPULSO/Luis Ayala
Ecatepec
- Los sismos registrados el mes pasado generarán una nueva migración de los capitalinos a los municipios mexiquenses.
Los servicios en la entidad serán insuficientes para brindar una buena calidad de vida a estas personas.
Tras los sismos del siete y 19 de septiembre, es probable que se registre una nueva migración de personas hacia territorio mexiquense, provenientes no sólo de la Ciudad de México, sino de Morelos, Puebla, Oaxaca, Guerrero y Chiapas, advirtió Francisco Cuevas Dobarganes, director general de la Unión Industrial del Estado de México.
“Ante esta nueva realidad, las condiciones son aún menos propicias para recibirlas, ya que los servicios públicos está totalmente rebasados y el tráfico ya no permite que más personas se incorporen a las largas filas de autos y de transporte público”, apuntó el líder empresarial.
Recordó además que, en 1985, a raíz del sismo, decenas de miles de personas se fueron a vivir fuera de la ciudad, los de clase media alta eligieron Querétaro y Puebla, la clase media Cuernavaca, Pachuca Toluca, Naucalpan y Tlalnepantla, en contraste, la gran mayoría con ingresos más modestos lo hizo hacia Ecatepec, Coacalco, Tultitlán, Cuautitlán, Ixtapaluca, Chimalhuacán, Neza y Chalco.
“El caso de Ecatepec fue quizás el más dramático, ya que de la noche a la mañana se formaron nuevas colonias en la Sierra de Guadalupe y en Ciudad Cuauhtémoc. Sin duda, se trató de un fenómeno sin la menor planeación, lo que contribuyó a agravar los problemas de tráfico, desempleo, hacinamiento, desintegración familiar, drogadicción, alcoholismo y falta de calidad y cantidad de los servicios públicos”, explicó.
La UNIDEM alertó sobre la urgencia de tomar medidas para que las personas que llegarán al estado encuentren condiciones favorables para su desarrollo, sin agravar los problemas viales, ambientales, de carencia de agua y hacinamiento que ya padecemos.
Será necesario considerar el reciclamiento de miles de viviendas que se encuentran abandonadas por falta de pago en la entidad mexiquense y que no fueron rentables para sus dueños por los costos y tiempos de traslado.
El Gobierno mexiquense debe implementar en el muy corto plazo un programa de facilidades para la inversión, uno que permita la creación inmediata de fuentes de trabajo que ayuden a que esas familias no tengan que transportarse diariamente a la Ciudad de México.