IMPULSO/Ángel Díaz del Río
Contrastes
Es inevitable no contrastar los mensajes de los candidatos que buscan la Gubernatura, por lo menos los primeros. Eso, quizás, nos pueda dar una idea de cómo pretenden gobernar, más que las propuestas que hagan a lo largo del camino porque, pese a que sólo son 59 días efectivos de campaña, en realidad, es un camino largo y sinuoso donde tendrán que hacer ajustes a sus dichos, a sus hechos, de acuerdo a lo que marquen los demás aspirantes.
Por ejemplo, me llama la atención que Josefina Vázquez Mota haya decidido iniciar campaña en el mero Atlacomulco. No sé, como dijeron algunos analistas políticos, si fue un acto de provocación o más bien una suerte de añoranza de algo que nunca has tenido, pero que siempre has querido tener.
El discurso de Josefina en el mero Atlacomulco fue en contra del mítico grupo político que utilizó ese nombre para, dicen sus opositores, definirse como organización y perpetuarse en el poder. Todo lo demás que expresó fue el discurso eterno del PAN: contra la inseguridad, contra la corrupción, contra todo lo que huele a PRI. No hubo, por lo menos en éste, propuestas, sólo las ganas enormes de sacar a los priistas del poder, pero eso no es ninguna propuesta, únicamente valentonadas.
Delfina Gómez Álvarez, la otra candidata que, según algunas encuestas, aparece como dueña de un tercio de la voluntad de los mexiquenses, allá en Texcoco, el municipio que gobernó hace tres años y en donde se siente muy a gusto, exigió que todos los candidatos presenten sus declaraciones 3de3, algo que ha venido sustentando desde hace unas tres semanas. También habló de corrupción, inseguridad, violencia, equidad de género y el disco rayado de sacar al PRI del gobierno, cero propuestas.
Juan Zepeda Hernández, en el municipio que gobernó también hace tres años, se refirió a la inseguridad como elemento base del inicio de su campaña y dijo lo que ha sostenido desde hace bastante tiempo, que Nezahualcóyotl es el mejor ejemplo de cómo puede mejorarse este rubro a partir de la coordinación y no de un Mando Único, como sucede actualmente. Su propuesta: eliminar el esquema actual y modificarlo por la firma de un convenio que involucre a todos los actores participantes, nada nuevo porque es un tema que desde hace al menos unos nueve años se ha manejado.
Tres candidatos, tres discursos viejos, anquilosados, cero proposiciones, nada nuevo, nada fresco que ofrecer a la ciudadanía, más que las inmensas ganas de ganar a como dé lugar, de triunfar sobre el aborrecido PRI, sobre las viejas formas de hacer política, según ellos.
Pero he aquí que el representante de esas viejas formas de hacer política, según sus opositores, en Tlalnepantla, municipio que gobierna y que ha tenido varias alternancias en el mando, esboza un programa dirigido a las mujeres mexiquenses.
Digo que es un esbozo porque en unas cuantas palabras no se puede explicar todo un proyecto o todo un programa. Alfredo del Mazo declara que quiere ser el candidato y el gobernador de las mujeres y como tal anunció que promoverá la creación de Ministerios Públicos Móviles para que las mujeres denuncien la violencia. Habló de que, en el Transporte, para evitar riesgos de acoso, se implementará el Transporte Rosa, especial para mujeres.
También se refirió al Salario Rosa, destinado a las mujeres de la casa, seguramente será algo así como “la efectiva” y la creación de la Universidad Rosa, con horarios flexibles para que les mujeres terminen sus estudios, en donde se contará con espacios de lactancia.
No es de extrañar que del Mazo haya enfocado sus baterías en su primer discurso de campaña a las mujeres, y seguramente lo seguirá haciendo a lo largo de su periplo en busca del voto porque este segmento de la población es el que define las elecciones, las mujeres son las que más acuden a las urnas.
Entonces, fue una estrategia inteligente dedicarse desde el primer día a buscar ese voto, a quedar bien con las mujeres, a proponerles, a prometerles apoyos, ellas definirán, como ha sucedido en elecciones anteriores, al triunfador de estos comicios y Alfredo del Mazo ya les pegó primero a las dos damas que buscan el mismo cargo que él, hablando en sentido metafórico desde luego. Al final, veremos quién tuvo la razón, el discurso viejo, gastado o la innovación, la propuesta que, a riesgo de parecer aventurada, allí está, ante los ojos de todos y, sobre todo, de todas.
