IMPULSO/ Ángel Díaz del Río
Juárez
Desde hace muchos años, una minoría se ha encargado de tomar decisiones por todos los mexiquenses. Si revisamos a conciencia los datos de las últimas cinco o seis elecciones, nos daremos cuenta de que apenas entre el 40 y, cuando mucho, el 60 por ciento de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral acude a las urnas.
Si tomamos en cuenta ese cuarenta por ciento y lo fragmentamos entre todos los partidos participantes, y le restamos los votos que le dieron el triunfo al ganador, nos percataremos que apenas un 15 ó 20 por ciento del total de los posibles sufragantes le dieron el triunfo al candidato ganador.
Eso es preocupante y llama la atención porque en el proceso electoral que vivimos participarán al menos cinco fuerzas importantes: PRI, que va coaligado con PVEM-Encuentro Social y PANAL, PRD, que aún sigue coaligado con el PT, pero que muy posiblemente vaya por separado, el PAN y MORENA, que van solos.
A estas cinco fuerzas importantes debemos agregar al menos a un candidato independiente, que seguramente será Isidro Pastor Medrano, a reserva de que el IEEM valore y valide su registro, pero si se animó a participar es porque tiene cubiertos todos los requisitos previstos por la ley electoral, es decir, el voto ciudadano se fragmentará en seis gajos, de donde saldrá el próximo gobernador del Estado de México.
Suponiendo que vote el sesenta por ciento del electorado inscrito en el padrón, será mucho si el ganador obtiene más de 20 por ciento de los votos, y eso nos deja una cifra aproximada de un millón doscientas mil boletas a su favor.
Un millón 200 mil sufragios para una población estimada en 17 millones de habitantes no representa ni el 10 por ciento de quienes habitamos el Estado de México, ésa es la triste realidad de nuestra democracia y todo por la apatía de los ciudadanos, por la mala imagen de los políticos en general, por la falta de propuestas interesantes y, sobre todo, por la falta de compromiso de todos los partidos políticos.
+++++
Almoloya de Juárez es cabecera del municipio del mismo nombre, desde su nacimiento, ha llevado con orgullo el nombre del “Benemérito de las Américas”, sin demostrarlo mucho porque las autoridades municipales colocaron apenas atrás de la iglesia del pueblo un vergonzante busto del patricio, escultura de apenas unos noventa centímetros de alto.
Pero resulta que el actual alcalde, Adolfo Solís, quiso reivindicar la imagen de Benito Juárez y mando colocar una estatua de más de tres metros de alto en una glorieta, lo que la da otra dimensión a la cabecera municipal, al pueblo y le ofrece identidad con el prohombre de quien toma su nombre.
Es apenas un acto de justicia que debe valorarse, pues, mientras en otros lugares las autoridades municipales luchan por borrar todo vestigio de Juárez, como en Naucalpan y Atlacomulco, municipio este último donde desaparecieron la “Plaza Juárez” y el busto que recordaba la imagen del héroe de la Reforma fue aventado a una bodega.
+++++
Domitilo Posadas, líder de Democracia social, una de las “tribus” mexiquenses al interior del Partido de la Revolución Democrática, dio su brazo a torcer y, luego de criticar acremente a Juan Zepeda Hernández, finalmente salió a decir que se une a su postulación, que lo apoyará; ahora sí, se supone que todos contentos, ¿no?
Es la vieja táctica de aventar la piedra y esconder la mano para que luego lo apapachen, que al final de cuentas eso es lo que quería Domitilo Posadas, fiel a su costumbre de hace años. El artífice de este cambio de actitud en el líder de Democracia Social fue el senador Luis Sánchez.
+++++
Más de cinco mil alumnos de los cinco planteles de preparatoria de la Universidad Autónoma del Estado de México bailaron al ritmo de la Sonora Dinamita en contra de la trata de personas y la violencia hacia la mujer, ello como parte del movimiento internacional Un Billón de Pie.
El césped del estadio universitario de futbol americano ‘Juan Josafat Pichardo’ se transformó por un par de horas en una gran pista donde los estudiantes de bachillerato expresaron con movimientos cadenciosos su rechazo a toda forma de violencia física, psicológica, económica, social y política.
