IMPULSO/ E. F. Gallardo Sánchez
Comunicación
Dicen los promocionales del informe del presidente Enrique Peña Nieto que “lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho” y tienen toda la razón del mundo.
Si es bueno lo que se va a comunicar, generalmente, no es noticia y por eso tienden los medios de comunicación a menospreciar ese tipo de información.
Pero el problema de la comunicación no es de los medios hacía el Gobierno federal, sino al revés. El equipo del presidente Enrique Peña Nieto no ha logrado elaborar una eficiente política de comunicación; hoy, sólo me referiré a dos casos concretos.
Apenas el lunes, se cumplieron dos años de la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa y allí, como en ningún otro evento, el Gobierno federal demostró una apatía y una falta de respuesta pasmosa. En lugar de salir a condenar los hechos y a garantizar que no quedarían impunes y, por supuesto, que se castigaría a los culpables, optaron por el silencio.
Un ominoso silencio que enardeció a la gente y de allí un sector numeroso de la población decidió culpar al Gobierno de estos hechos, no porque desde el Gobierno federal se hayan orquestado estos hechos, sino por el silencio, pues tardaron 16 días para reaccionar y, cuando lo hicieron, ya fue demasiado tarde.
Todo lo demás fue una cadena de errores de comunicación en torno a estos lamentables hechos y, hasta el momento, no han logrado encontrarle la cuadratura al círculo de Ayotzinapa.
++++++
El otro hecho al que me referiré es el relacionado con la economía, sí, es cierto, México está pasando por una severa crisis económica, derivada, entre otras cosas, por la baja en los precios del petróleo, que de más de cien pesos por barril bajó a poco más de 30, lo que cuesta en este momento.
Pero si le preguntamos al común de los mexicanos responderá que todo se debe a una mala política económica del Gobierno federal.
La gasolina subió de precio, no mucho, pero subió, y eso es lo que a la gente le cuenta. La energía eléctrica no ha dejado de subir, pese a los intentos gubernamentales por abatir los costos.
Pero si volteamos la mirada a los países del cono sur, nos daremos cuenta de que están pasando por una situación peor que la nuestra. El gigante Brasil y Argentina, que es una economía emergente, están en franca recesión, por no hablar de Uruguay o de Venezuela, que está al borde de la guerra civil.
Los mexicanos ya no pagamos el servicio de larga distancia en telefonía, pero eso ya se nos olvidó, no lo tomamos en cuenta y la verdad es mucho lo que nos ahorramos, pero de eso nadie dice nada y saben por qué, porque el Gobierno ha sido ineficaz para decírselo a la gente.
Hay desconocimiento generalizado de todo lo bueno que le está pasando al país y a un sector importante de la población no le interesa de plano porque están enojados con el Gobierno, así de sencillo.
Tienen razón, lo bueno casi no se cuenta, pero no lo cuentan los medios de comunicación y el Gobierno no hace nada por contarlo. Quedan dos años para solventar esa asignatura pendiente, ojalá lo logren por el bien de México.
+++++
El Gobierno mexiquense, a través de la Junta de Caminos, construye la rama 40 del Distribuidor Vial Aeropuerto, que beneficiará la movilidad de 30 mil personas.
Con una inversión de más de 66 millones de pesos, se ha planeado que las obras agilicen la circulación entre la zona de la terminal aérea en dirección al centro de la capital mexiquense, por donde transitan mil 500 vehículos al día.
El proyecto consiste en una rama de 600 metros de longitud, en la que se han realizado los trabajos de terracerías, terraplenes, así como la colocación de estructuras que soporten el paso elevado del distribuidor.
La cinta de rodamiento será de concreto asfáltico, lo que le dará una mayor durabilidad, y la colocación de columnas de concreto reforzado otorga un soporte adecuado para la demanda vial.
Las obras incluyen la colocación de un sistema de drenaje y subdrenajes, además de la adecuada señalización y semaforización y la instalación de alumbrado público que garantizará el adecuado funcionamiento del distribuidor vial.
Todo ello omplementará la movilidad en torno a la terminal aérea, la cual tiene una capacidad instalada para realizar ocho millones de operaciones al año.
