IMPULSO/ E. F. Gallardo Sánchez
Tren Interurbano
Hoy estará de nuevo en tierras mexiquenses, ahora en Tultitlán de Escobedo, el secretario de Desarrollo Social (Sedesol) José Antonio Meade Kuribreña.
Acompañado por Felipe Serrano Llarena, director de atención a Entidades Federativas de la Oficina de la Presidencia de la República, así como por el delegado de la dependencia en el Estado de México, Edmundo Ranero Barrera y el secretario de Desarrollo Social del gobierno mexiquense, Arturo Osornio Sánchez, asistirá a la IX Sesión Ordinaria del Gabinete Regional en la (valga la redundancia) Región XVIII que tiene sede en Tultitlán.
El alcalde del lugar Adán Barrón Elizalde les dará la bienvenida y de inmediato iniciará el evento que tiene como punto central la intervención de Fernando González Canez, director general del Organismo de la Cuenca de Aguas del Valle de México, quien dará una amplia explicación de lo que se está haciendo, de lo que se hizo y de lo que aún se planea hacer para evitar las inundaciones en esta temporada de lluvias.
José Antonio Meade clausurará los trabajos de la reunión y en su mensaje abordará los pormenores de la política de inclusión social que lleva a delante el gobierno que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto.
Más tarde en la explanada de la Presidencia Municipal entregará certificados de primaria y secundaria del Programa Especial de Certificación que lleva adelante el Instituto Nacional de Educación para Adultos.
Allí Ernesto Rivas Rivas, delegado del INEA dará una amplia explicación de los logros que ha alcanzado este programa, así como de las expectativas para el presente año.
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La obra del Tren Interurbano México-Toluca tan necesaria y de tan alto impacto en la movilidad de la región, está siendo marcada por la fatalidad.
A la caída de unas ballenas (dos, en el cruce de las avenidas Las Torres y Paseo Colón) se le han sumado la muerte de al menos tres trabajadores, el desplome de unas varillas en el cruce con Díaz Mirón, la caída de unas trabes y un sinfín de atropellados.
A esto se le viene a sumar el paro de labores protagonizado por trabajadores que laboran en la obra, que alcanzó niveles de dramatismo y enojo popular por el cierre de avenidas que realizaron.
De todo esto no tiene la culpa el gobierno federal, porque para la construcción se contrata a empresas constructoras que son las responsables de la edificación, con la supervisión permanente del gobierno.
Pero la gente le echa la culpa de todo al gobierno. Eso se ha convertido en un deporte para un segmento de la población, es casi como un deporte, decir que el gobierno tiene la culpa de todo.
Y es que generalmente sólo nos fijamos o atendemos las cosas que están mal hechas o que a nosotros nos parecen mal hechas y sobre los responsables descargamos todo nuestro coraje.
En el caso del tren, de verdad es una obra que llevará a Toluca de manera particular y a la región del Valle de Toluca en general a otra dimensión. Esta obra ya la quisieran Querétaro, con todo su desarrollo encima; Puebla, Pachuca, Cuernavaca o Tlaxcala, por hablar de las capitales más cercanas.
Pero el presidente Peña Nieto decidió beneficiar a sus paisanos mexiquenses y detonar aún más el desarrollo social y económico de la región y eso ni a los propios toluqueños, al parecer, les gustó.
Y no se trata de minimizar o hacer a un lado todo lo que ha sucedido en torno a la construcción de esta importante obra, pero la responsabilidad total al final de cuentas es de los contratistas. Ellos debieran rendirle cuentas no sólo al gobierno que los contrató y que les paga, sino a toda la sociedad en su conjunto.
Debieran explicar qué es lo que está sucediendo, porqué tantos incidentes, dónde está la seguridad, porqué prefirieron traer trabajadores de Michoacán, Guerrero y Veracruz, en lugar de contratar a gente de la región.
: Por qué no le han pagado puntualmente a sus trabajadores; qué es lo que puede esperar la sociedad de este servicio que en teoría vendrá a modificar la movilidad.
