IMPULSO/ E. F. Gallardo Sánchez
UAEM
El tres de marzo de 1828, comenzó a escribirse la historia de la Universidad Autónoma del Estado de México, esto ocurrió cuando se creó el Instituto Literario en Tlalpan.
Producto de la visión de grandes hombres liberales, en el número nueve de la calle Triunfo de la Libertad, en la Casa de las Piedras Miyeras, allá en Tlalpan, Ciudad de México, comenzaron las cátedras que preparaban a la juventud que deseaba continuar con su formación académica.
Ayer, celebraron el 188 Aniversario de la Institución y, con apego al artículo 24, fracción VIII, de la Ley de la UAEM, el rector Jorge Olvera García rindió ante el Consejo Universitario su Tercer Informe. “Éste es un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas en el que informaré sobre los logros, avances, proyectos y acciones que hemos realizado durante el 2015, todo es resultado del esfuerzo, trabajo, dedicación y entrega de quienes conformamos la comunidad verde y oro”, expresó el Rector.
El gobernador Eruviel Ávila Villegas encabezó esta ceremonia, así como los presidentes de los poderes Judicial, Sergio Javier Medina Peñaloza, y Legislativo, Cruz Juvenal Roa y Raymundo Martínez Carbajal.
En su intervención, Jorge Olvera señaló que este evento permite transparentar el quehacer de esta administración universitaria, poniendo a consideración de los universitarios y de la opinión pública los avances que se han obtenido en materia educativa, académica, cultural, artística, deportiva, de investigación y de vinculación.
“Con este ejercicio democrático, mostramos lo hasta ahora alcanzado gracias al esfuerzo de toda una comunidad de cerca de 100 mil personas, entre alumnos, profesores y trabajadores, que perseguimos un mismo objetivo: la instrucción del pueblo y la difusión de la ciencia, el arte y la cultura. Como organismo público autónomo, con responsabilidad social y jurídica, estamos obligados a mostrar a nuestra comunidad y, por ende, a la ciudadanía, la aplicación efectiva de aquello cuanto nos corresponde de los recursos públicos y privados para cumplir con nuestros fines supremos. En la Universidad, se funde lo esencial del hombre, se estudia para ser mejores, se cultiva el espíritu y trasciende el pensamiento en acción y destino”, dijo el Rector.
Algunos calificativos usados por el Rector definen a la perfección a la institución: fuerte, noble, vigente, pertinente, a la vanguardia y con amplio prestigio.
Si bien la energía de los estudiantes dinamiza a la universidad, la elocuencia de los profesores la prestigian y la labor de los trabajadores la dignifican; la UAEM busca junto con su sindicato “el beneficio equitativo de la comunidad trabajadora”. No edificamos nuestro trabajo sobre falsos triunfalismos, sino sobre la base que da la verdad. Por eso reconozco al sindicato de profesores, que bajo el lema de “pluralismo, solidaridad y justicia” hace a nuestra institución una universidad viva.
“Con toda claridad expreso que solventaremos, como lo hemos venido haciendo, todas y cada una de las observaciones que realicen las auditorías federales, estatales o internas de la propia institución: “no rehúyo, ni rehuimos a la responsabilidad que por mandato tenemos de administrar cuidadosamente el patrimonio universitario. Logramos poner en movimiento el principio de autonomía universitaria, puesto que, en la medida en que se ejercita, se logra mayor vinculación; la autonomía une, no separa, responsabiliza, no excluye, fortalece, no divorcia, permea, no distancia, enaltece, no disminuye, permite asentar el éxito, que por pequeño o grande que parezca, es significativo. Hemos mantenido un franco diálogo, respetuoso y fructífero con el Gobierno del estado; en particular, agradezco la confianza brindada por el gobernador Eruviel Ávila Villegas, hombre generoso y comprometido, apasionado de la labor que realiza, solidario con la Universidad Autónoma del Estado de México, visionario y con vocación de estadista”, declaró Olvera García.
