La producción musical en México no siempre cuenta con apoyos institucionales, por lo que el destino de muchas obras para orquesta es el olvido, afirma el maestro Federico Ibarra (Ciudad de México, 1946), quien ayer anunció la creación de un premio que llevará su nombre y cuyo fin será fomentar la creación, ejecución y difusión de piezas sinfónicas.
En entrevista, el más importante compositor vivo del país lamentó que los premios nacionales para creadores musicales “desaparecieron en este siglo. En más de 20 años no ha habido un galardón para compositores”.
Reiteró que si bien existe una serie de estímulos a la creación, por ejemplo, las becas, “las autoridades no siempre apoyan la salida de las partituras ni su producción”.
Para revertir esta situación, con el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México se lanzó la convocatoria para el primer Premio Nacional Federico Ibarra-Nueva Música Orquestal, iniciativa que, aclara el compositor, “no trata de innovar respecto a este tipo de premios, pero sí es de relevancia que la UNAM pueda continuar con esta propuesta, ya que, en su momento, para los compositores de mi generación fueron apoyos muy importantes. Que yo recuerde, este es el primer premio nacional para músicos que convoca la universidad”.
Federico Ibarra estudió composición en la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Gracias a una beca de Radio Universidad y Radio Televisión Francesa pudo continuar estudios de posgrado en Francia y España, donde en 1975 asistió a un curso de composición en Santiago de Compostela. En marzo de 2006 obtuvo el grado de doctor por la Universidad Complutense de Madrid.
El primer gran impulso a su carrera profesional fue en 1975 y 1976, años en los cuales obtuvo el Premio de Composición Silvestre Revueltas, otorgados por la Secretaría de Educación Pública. En 1980 ganó el Premio de Composición Lan Adomián, que daba la máxima casa de estudios en honor al músico ucranio que desarrolló su carrera en México.