Similitudes en las campañas de Labastida y Meade
Mtro. Marco A. Rodríguez Blásquez*
La actividad de varios años como consultor político me ha permitido ser observador en diferentes campañas políticas y en algunas de ellas tener un rol participativo. Esta experiencia en diferentes procesos electorales y el haber sido parte de los mismos me ha permitido observar errores, aciertos y similitudes durante el desarrollo de las mismas contiendas.
Algo que es significativo, a lo cual me refiero en esta ocasión, son algunas similitudes que encuentro en la precampaña del candidato Meade con la desarrollada en el año 2000, cuyo candidato fue Francisco Labastida.
Primeramente, en la precampaña de Meade, al igual que la del 2000, los titulares del ejecutivo federal han tenido participación en las decisiones cruciales de la campaña. Con menor protagonismo, el expresidente Zedillo influía en el proceso electoral de Labastida como candidato. Aún con la “sana distancia” que le marcó el expresidente al PRI, sumada a otros desaciertos, contribuyó a la derrota de ese partido; la influencia de Zedillo en ese proceso fue determinante.
En la actual campaña, el operador es el presidente Peña, quien juega un rol altamente protagónico al ser él quien toma las decisiones. Ante el decrecimiento de su candidato (la encuesta de Mitofski publicada en El Economista menciona que descendió 1.2 puntos), y con el propósito de Peña de posicionarlo en las preferencias electorales, Peña realizó ajustes en su gabinete presidencial y envió a distintos operadores de su absoluta confianza a sumarse a la campaña. Un ejemplo de lo anterior lo constituye el titular de las finanzas del PRI, incondicional del presidente Peña, quien tiene el control del dinero para la contratación de empresas durante la campaña, para “aceitar la maquinaria” priista.
En el año 2000, la contienda fue entre tres candidatos: Labastida, Fox y Cuauhtémoc Cárdenas, quedando en la recta final los dos primeros. En el mes de abril de ese año, Labastida punteaba en las encuestas y se vislumbraba como el próximo presidente de México. Sin embargo, fueron los errores cometidos por el PRI, incluyendo el de la “sana distancia”, los que propiciaron que, un mes después (mayo), Fox ya aventajaba en las encuestas, de allí fue imparable hasta alcanzar el triunfo electoral.
Los errores del PRI fueron capitalizados por el equipo de Fox, quien lanzó una campaña mediática presentándose ante el electorado como un producto novedoso, desde su vestimenta con todo y botas, hasta su discurso agresivo y, en algunos momentos, ofensivo. Capitalizando los errores de su adversario y sumando el apoyo de importantes empresarios como Harp Helú y Roberto Hernández, incluyendo los “Amigos de Fox”, se perfiló su triunfo.
En la actual precampaña, como en la del 2000, la carrera se centra en tres candidatos: AMLO, Anaya y Meade, posiciones que se modificarán en el momento en que dé inicio la campaña. Seguramente, la contienda se reducirá a dos de ellos, AMLO y Meade, por lo que al PRI le urge posicionar a su candidato de inicio en un segundo lugar de las preferencias, y de allí subirlo a la competencia con AMLO.
En la campaña de Zedillo, el control de la misma lo tomaron los tecnócratas, limitando la participación de importantes cuadros políticos. El excandidato Labastida, en una entrevista que concedió a Radio Fórmula, narra cómo el expresidente vetó a políticos experimentados, destacando en su entrevista que el principal de éstos fue Manlio Fabio Beltrones, a quien él quería incorporar a su campaña.
Al Igual que en el año 2000, en la actual campaña, el control lo tiene un grupo de tecnócratas, quienes han estado obstruyendo la incorporación a la campaña de políticos institucionales que garantizarían de la militancia el voto duro, entre los que destaca el mismo Beltrones, quien sería un puente con los gobernadores priistas y los sectores radicales de este partido. Recordemos que Beltrones fue el artífice de la estrategia para que el PRI no se destruyera ante la derrota del año 2000.
Igual que Fox, que capitalizó los errores del PRI, en esta campaña, los estrategas del PRI esperan que el puntero cometa los mismos errores de la campaña del 2006. “AMLO un peligro para México”.
A casi 150 días de que se realicen las elecciones, nada está decidido y todo puede suceder. * Director de BGC Consultoría Estratégica.