IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Un día, durante el rodaje de su bioserie, Silvia Pinal llegó al set para hacer algunas de sus intervenciones y fue allí cuando la vio. El mismo pelo, el mismo estilo para vestir y esa mirada perpetuada en el tiempo, la de su Viridiana.
Dice Cassandra Sánchez Navarro que ese día ella se hizo pruebas de imagen y vestuario del personaje. Ya lista como Viridiana Alatriste Pinal, vio a la primera actriz y se le acercó para saludarla, pero ella sólo veía a su hija.
“Me vio entrar y le empezaron a salir lágrimas, me agarró las manos y no me decía nada, yo le dije que era un gusto verla y que era un honor hacer a un personaje de su familia, que la iba a tratarla con mucho respeto. Era como que le daba gusto volverla a ver, me observó la cara entera, como que quería volver a encontrar a Viridiana en mi rostro, en mi pelo de los 80”, recuerda la actriz de ese momento.
Para Silvia Pinal, perder a su hija fue tal vez el golpe más duro en la vida, de hecho, el título del capítulo donde se retrata este momento se llama “Mi dolor más profundo”. Quienes la conocieron cuentan que era una joven con mucho ángel, muy centrada y apasionada por las artes, por el teatro, como su madre. De allí que la noticia de su muerte diera una gran sacudida a la familia y al mundo del espectáculo.
Cuando ha dado entrevistas y recuerda a su pequeña hija, Pinal no puede contener el llanto y pide cambiar de tema, de allí que al ver a la joven actriz que le dio vida, se le agolparan en la mente los recuerdos de otra época, esa en la que su pequeña Viridiana comenzaba una carrera prometedora con ese carácter tierno que dejó estela en la gente que la conoció. A Cassandra le consta, pues para hacer el personaje platicó con mucha gente que conoció a Viridiana.
“Ella es la hija con más ángel, no tenía que luchar demasiado por sus sueños, de hecho, la última portada que hizo fue con mi tío Rafael (Sánchez Navarro), mi tía Marta fue muy amiga de ella y me cuentan que era muy feliz, no era para nada complicada ni acomplejada, yo agarré esas cosas de ella, de que todo se le daba muy fácil, todo se le daba”, comentó.
Viridiana Alatriste Pinal nació en 1963, dos años después de que sus padres hubieran dado a luz una película emblemática del mismo nombre, producida por Gustavo Alatriste y dirigida por Luis Buñuel. Él fue el padrino de bautizo de la pequeña.
A los 13 años descubrió su vocación como actriz y se enamoró del teatro, participando en obras como “Annie es un tiro”, “La Fierecilla Tomada” y en televisión estuvo en programas como “¡Cachún Cachún Ra Ra!”.
También hizo las telenovelas “Honrarás a los tuyos” y “Mañana es primavera”, en la que se encontraba trabajando —junto a su madre— al momento de su fallecimiento.
–Una muerte fatal
Fue después de una fiesta, en 1982, que ella decidió volver a casa en su auto Volkswagen azul y en el camino ocurrió el accidente. Nadie en casa se dio cuenta hasta el otro día, cuando le llamaron a su hermana Sylvia Pasquel para que fuera a reconocer el cuerpo.
Su madre se encontraba en grabaciones de “Mañana es primavera” y creía que su hija llegaría al set, pero comenzaron los rumores y finalmente la certeza de que Viridiana había muerto.
En el programa de “Historias Engarzadas”, Sylvia Pasquel recordó que ese día su madre traía un traje color calabaza y así hizo todas sus actividades, el shock no le permitió pensar en nada, menos en la ropa de luto.