IMPULSO/ Félix Morriña / Fotos: Víctor Iturbe
El Cervantino en el Festival Internacional Cultural “El Molinillo”
Acabó el martirio cultural para comerciantes, empresarios turísticos, promotores culturales, desarrolladores y vividores, quienes no tienen crédito a lo vivido en el “Pueblo Mágico” del altiplano mexiquense, durante la decadente vigésimo novena edición del Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera 2019 de Metepec.
Quienes lo vivimos en carne propia y confirmada su versión de los hechos, no me dejaran mentir: este ha sido el peor Quimera del que se tenga registro, tanto en materia de programación artística, como la mala recaudación económica, porque hubo más gastos que ingresos luego, mala inversión; fue alto el costo y, poco o nada, de beneficios.
¡Lo barato sale caro en la 4T!
Pero no todo está de horror en materia cultural, resultado que tuve la oportunidad de asistir al Festival Internacional Cultural “El Molinillo” 2019 en el mexiquense municipio de Rayón, vecino de Metepec, el pasado fin de semana, para presenciar al tenido portador de la antorcha cultural sonora de la India, el violinista Deepak Pandit, quien se presentó en un decente, bien decorado, como bien iluminado y sonorizado escenario de la cabecera municipal, la velada del pasado sábado 19 de octubre.
Se puede decir que Deepak Pandit es una “estrella de rock” en su país, por el grado de víctimas, pero a diferencia de los “rockstars” americanos, Pandit tiene el poder de la sanación a través de la música hindú fusionada con música clásica y “crossover” occidental, entiéndase, una sonoridad experimental, por momentos muy introspectiva, que pasa rápidamente a un estado efusivo vanguardista para masas, en la que predomina la improvisación, pero teniendo como base, el violín y la música clásica hindú.
¡Es toda una experiencia de paz y armonía en plena crisis emocional mundial!
Recuerdan haber escuchado las autoridades de Metepec que no habían programado actividades culturales del 49 Festival Internacional Cervantino (FIC), porque no había apoyo de la Federación, tanto económico, como intelectualmente, es decir, que no había oportunidad de hacer las cosas bien para un festival de esta envergadura en la tierra del árbol de la vida. Bueno, un festival pequeño en infraestructura física y económica, como el de “El Molinillo”, sí tuvo apoyo y vinieron artistas y figuras de Cuba, país invitado, como del Cervantino, entre ellas, el hindú Deepak Pandit.
Pero el apoyo no vino de la Federación por decisión divina, resultado que los promotores y gestores culturales de Metepec no hicieron su trabajo como se nota en los resultados del Quimera y sí lo hicieron los gestores de Rayón, quienes con mucho menos dinero lograron llamar mucho más la atención de los exigentes entes creativos, el grado de que varios comerciantes de artesanías que conozca del mismo Metepec, terminará y trabajará durante una semana que duró el encuentro gratuito, es decir, del miércoles 16 al martes 22 de octubre.
El Festival Internacional Cultural “El Molinillo” invitó al violinista hindú a Deepak Pandit, al doctor Heinz Dieterich y al conferencista sobre la Revolución cubana, Manolo Mulet, a ser las figuras principales de este encuentro cultural gratuito, el cual se espera sea anual, siempre y cuando la sociedad civil del pequeño municipio participe “in crescendo” en la justa medida junto a los empresarios y autoridades de los tres niveles de gobierno.
Da gusto saber que hay festivales como “El Molinillo” en plena crisis sociopolítica nacional e internacional, en la que predomina la inconformidad macroeconómica, como la de pequeñas escalas, por falta de talento de las autoridades para trabajar con pocos ingresos y presupuestos.
Son tan torpes para sacar adelante proyectos culturales ajustados a la medida de la población, que derrochan en lugar de invertir. Ellos, los maletas, los chafas, gastan; los demás, invierten, como la gente que está detrás de este pequeño ejemplo de ejercicio cultural emergente, productivo y propositivo que sabe cómo usar los recursos, sean etiquetados o probados de hacer buenas gestiones.
¡Síganle como van!
