IMPULSO/ Félix Morriña
¡Llega la francesa belleza políticamente mortuoria al XLV Festival Cervantino!
Persigno a los míos de manera imaginaria antes de “dormir”, ¡siempre!, sea la hora que sea y donde sea. Cualquier sitio es digno para rezar y dedicarte tiempo, como para dedicarle espacio a los tuyos. Así me enseñó mi padre desde niño de manera secreta (hoy dejó de serlo), quien sin emitir palabra alguna lograba la magia. Sólo sé que es así. Veía en penumbras como mi progenitor, Juan de Dios (¡así se llama el hombre más macho del mundo nacido en el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo!), movía sus brazos sobre su cabeza haciendo la señal de la cruz e inclinaba el mentón en silencio absoluto para ejercer ese mágico ritual de amor, ¡sí, de amor!
Incluso cuando bebo, que es todo el tiempo, levanto mi copa y le doy vueltas a mi cabeza para dedicarle ese trago, muchas veces amargo, a mis seres queridos, amados. ¡Batalla ganada Robespierre, fiel amigo en este Cervantino 2017! ¡Francia, amada reliquia política, sendero del porvenir hecha nación! ¡Dedico mi previa noche de viaje, sin tragedia, a Enrique Monge y a Luis Recillas Enecoiz por mi conocimiento de esa libertaria nación! ¡Ellos vivieron revoluciones culturales allá!
Esta vez rezo con antelación porque salgo de nueva cuenta al XLV Festival Internacional Cervantino (FIC), a mi amado Guanajuato, desde Metepec-Toluca-CDMX-Bajío mexicano, para narrar los últimos excelsos encuentros culturales franceses y la clausura, en la que el Estado de México es el invitado especial. Gran reto tiene la cantante Eugenia León y la Orquesta Sinfónica Mexiquense (OSM), en manos del director Rodrigo Macías.
Yo afilo mi traje negro espada, mi fina pluma hecha de ojo crítico, con sombrero de vieja “negra” nutria (cuando no estaba penalizado) y mi incansable espíritu cultural, ése en cada vez más amorfo cuerpo de gran apetito sexual. ¡Allá voy!, ¡allá mis amores teatrales me esperan!, ¡allá voy de la mano de mi “ser”!, ¡mi “otro” yo tras el espejo vestido de elegante fémina!, ¡mi Chrissie Hynde del altiplano mexiquense!
¡Sorbo lentamente lo que hay en mano!, rezo antes de caer la noche en mi casa de Metepec con tequilero vaso de “Amarguito”. Rezo porque voy a ver por “cuatro horas” verdadero teatro, ¡sí, cuatro horas! Frente mío estará una compañía que me hace ir de nuevo para allá y al más allá. Es una obra que muestra lo mejor del teatro internacional, porque hay “política”, ésa que espero aprendan las autoridades de este abaratado país.
“El personaje principal de esta obra es el imaginario político de las ideas que permearon la Revolución Francesa. Si no desde Danton ni Robespierre, sí desde los conflictos e intereses de los diputados y los parisinos anónimos recientes. El escenario no expone respuestas, sino plantea preguntas que siguen vigentes. Esta puesta de la Compañía Louis Brouillard, fundada en 1990, y dirigida por el multipremiado director Joël Pommerat, es una discusión atemporal sobre la justicia, el coraje, la violencia, la representación política y la soberanía”, así reza el programa de mano conseguido con antelación por este “servibar y amigo” para decirles que el motivo de mi regreso es precisamente este director francés, quien presenta “Todo saldrá bien; el Fin de Luis Ca ira y Fin de Louis” por espacio de cuatro horas y 30 minutos en el Teatro Principal de Guanajuato este viernes 27 de octubre a las 18 horas.
¡Claro que hay muchos más por ver!, les recomiendo el Trío Guarneri de Praga, quienes tocarán el “Proyecto Beethoven: los tríos completos para piano I” en el Templo de la Valenciana a las 12 del día del sábado 28 de octubre; la excelsa Compañía du Hanneton de James Thierrée a las 17 horas en el maravilloso Auditorio del Estado, con el programa “La rana sabía…” y el Concerto Köln de Alemania en el Teatro Juárez, ese mismo sábado, pero a las 21 horas, tocarán “Bach en Italia” teniendo como concertino y director a Evegeny Sviridov.
¡Señoras y señores, nos leemos y nos vemos en la próxima!, que el “Todo Poderoso” los ilumine.
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