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SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS

¡Muerte!: un whisky doble sin fondo con Margaret Thatcher

Por: Félix Morriña

“The Crown” y la reina Isabel de Inglaterra

¡Dear Margaret (Thatcher)!:

La vida se va minimizando querida Margaret. Acá donde vivo, en el Pueblo Mágico de Metepec, en el altiplano mexiquense, a dos mil 600 metros sobre el nivel del mar, frente al volcán Xinantecatl (“Hombre desnudo”), Nevado de Toluca, la mancha urbana va devorando con rapidez la esencia del barro, las bellas casas de adobe con teja, las tiendas tradicionales del barrio, los comercios, boticas y demás belleza urbana tradicional de la otrora Villa de Metepec, nombrada así hasta antes de que terminara el siglo XX, hoy está convertido en #PuebloMagico.

Pareciera que a los hijos de la comunidad nativa, originaria, a los hijos del barro en el barrio les urgiera convertirse en ciudad, sin importarles el precio que eso significa. Uno que viene de una de las más grandes urbes del mundo, la CDMX, sabe que ese no es el camino, querer parecerse a otra entidad, alejándose de la sana belleza rupestre, campirana y pueblerina en tranquilidad y paz. El crecimiento industrial y el desarrollo no sostenible trae consigo malestares difíciles de asimilar y resolver a mediano y largo plazo. También el voraz desarrollo de la sociedad metropolitana hace que esta transformación sea posible, como ha sucedido en otras latitudes, tal y como lo tuviste que vivir durante tu mandato de Primera Ministra de la Gran Bretaña (1979-1990), querida Margaret Thatcher. En esa época te nombraron la “Dama de Hierro” y desde entonces, supe de tu gran capacidad negociadora, con un nivel persuasivo para resolver conflictos bélicos y, principalmente, económicos, en una Inglaterra sumergida en una de sus más severas crisis de proporciones históricas. ¡Inspiras a mucha gente Margaret!

La vida se va minimizando, se va sintetizando querida Margaret, pasamos de la casa familiar al departamento y de ahí al diminuto loft; pasamos de ver el hermoso paisaje que nos ofrece la pacha mama, la madre naturaleza, para construir edificios que estropean la conducta sicológica social, cegándonos de cemento. Pasamos de la televisión en blanco y negro, a una gigantesca pantalla cinematográfica, y de ahí, a las pantallas planas multicolores en dimensiones antes increíbles. Finalmente, llegamos a los “dispositivos inteligentes”, minimizándonos cada día sin importar ya nada, en el mar del sinsentido, sobreviviendo, no viviendo.

Seguro estoy le gustaría estar por acá baronesa Thatcher, para resolver a su singular manera todo tipo de conflictos sociales, siempre anteponiendo a la mujer como eje central de las negociaciones en medio de vetustos, ortodoxos y anquilosados entes machistas. Usted pondría en su justo lugar a la mujer emprendedora, a la mujer sagaz, a la madre, a la promotora y a la difusora de valores en el principal núcleo de la sociedad: la familia.

Margaret, debo confesarte que durante mi ausencia literaria le serví unos tragos a la muerte en el limbo mientras se daba un descanso en su actual incesante faena por la época pandémica. Cuando ella pide un whisky doble sin fondo con tres hielos redondos, como puntos suspensivos en la incertidumbre, sé que a alguien inmediato en el entorno le ha llegado su hora. Cuando sea mi hora querida Margaret, me tomaré ese perpetuo whisky doble sin fondo en las rocas, igual al suyo, al de la muerte, y brindaré por la brillante oportunidad de haber estado el tiempo que me correspondía en la faz de la tierra. No debe haber dolor, ni angustia, demos paso a los que siguen, porque “Tu muerte, mi vida” (“Mors tua, vita mea”), como reza el remate poético en “La rueda de Ixión: un treno” de Michael Shea, quien trabajara para la Reina Isabel II en el departamento de Prensa del Castillo, y que tras su sacrificada despedida, termina escribiendo thrillers políticos.

Con la frase “Tu muerte, mi vida” (“Mors tua, vita mea”), inició el 15 de noviembre del 2020 la cuarta temporada de la famosa y popular serie ficticia de Netflix, “The Crown” (2016 hasta la fecha), basada en algunos hechos reales de la vida de la reina Isabel II de Inglaterra. La serie de drama histórico creada y escrita por Peter Morgan se ha hecho acreedora a varios premios y nuevas nominaciones, en especial, los Premios Globo de Oro: Mejor serie (Drama), Mejor actriz de serie de televisión: Olivia Colman y Emma Corrin; Mejor actor en una serie de televisión de drama: Josh O’Connor y Mejor actriz de reparto en una serie, miniserie o telefilme: Helena Bonham Carter y Gillian Anderson. Los premios se entregan la noche del próximo domingo 28 de febrero.

Las brillantes actuaciones de Olivia Colman (como la reina Isabel II), Tobias Menzies (príncipe Felipe, duque de Edimburgo), Helena Bonham Carter (princesa Margaret), Gillian Anderson (Margaret Thatcher), Emma Corrin (Lady Diana Spencer, después princesa Diana) y Erin Doherty (princesa Ana), entre otros, hacen que esta serie la veas de principio a fin en esta época pandémica por el #Coronavirus, Covid-19. Si no haces caso a los errores históricos, obvios de una súper producción inspirada en hechos reales, te enganchas y te motiva a buscar los pasajes históricos nodales en la historia universal contemporánea.

*Trailer de la cuarta temporada de la serie “The Crown”:

“The Crown” va más allá del simple y llano entretenimiento televisivo, es una adictiva serie por pago en línea (privada-web) para aquellos amantes del glamour, elegancia, sofisticación, los usos y costumbres de los reinados europeos, en específico del Reino Unido. Cuenta con una fotografía, dirección y actuaciones de primer nivel. A lo largo de las cuatro temporadas uno no puede parar hasta que te das cuenta que invertiste muchas horas nalga, y aún nos falta la quinta temporada, la cual se espera con muchas ansias y buenos pronósticos por los fieles seguidores en el mundo.

Muchos pasajes históricos a lo largo del reinado de Isabel II quedan en el tintero y en la memoria de este interlocutor, pero los que a este #ServibaryAmigo #DandyperoPunk #ElCinicoMayor Félix Morriña, le hicieron “la noche” en varias ocasiones, debido a la melomanía por David Bowie, fueron las dos escenas en las que cantan dos rolas del “Delgado Duque Blanco” por parte de la realeza, ¡imagínense lo que eso significa!:

Por todo esto, cuando llegue mi momento, mi inevitable cita, baronesa Margaret Thatcher, espero haberle servido a la humanidad, que mi existencia haya valido la pena para que las posteriores generaciones gocen de mejoras en el área social en la que me he desempeñado toda la vida: el periodismo y la cultura. Agradezco desde este momento,

haber tenido la oportunidad de vivir grandes sucesos en la historia de la humanidad, de haberle servido ese trago de whisky doble sin fondo en las rocas a la muerte a lo largo de la existencia divina en diferentes tiempos y épocas.

Brindo contigo querida Margaret Thatcher (1925-2013) con un whisky doble sin fondo en las rocas servido por la muerte: ¡por las enseñanzas, la historia de nuestra vida, por el recorrido realizado, por ver cómo nos minimizamos, y por el reencuentro nuestro entre la vida y la muerte!, porque “Tu muerte, sea mi vida” (“Mors tua, vita mea”). ¡Salud!

¡Nos buscamos, nos vemos, nos escuchamos, nos entendemos!

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