IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Su nombre era José Doroteo Arango Arámbula, pero la mayor parte de las personas, en México y en el extranjero, lo conocen como Francisco Villa, uno de los jefes de la Revolución Mexicana.
Su liderazgo de la División del Norte y sus batallas dentro y fuera del país han inmortalizado su papel en la historia de México. Fue emboscado y asesinado el 20 de julio de 1923.
A continuación te compartimos algunos datos en torno al “Centauro del norte”.
1. Desde la infancia se dedicó a las labores del campo. No tuvo educación escolar, pero gracias a sus actividades comerciales aprendió a leer y a escribir.
2. Villa quedó huérfano siendo adolescente. Por esa razón tuvo que defender a su hermana, quien fue ofendida por uno de los dueños de la hacienda cuyas tierras trabajaba y que abandonó para evitar una persecución de la justicia.
3. Fue en 1909 cuando Doroteo Arango se unió a la campaña Maderista, bajo la influencia de Abraham González, gobernador de Chihuahua. Se levantó en armas contra Porfirio Díaz el 17 de noviembre de 1910, al atacar la hacienda de Cavaría, Chihuahua. Al ataque le siguieron batallas en San Andrés y Las Escobas.
4. De acuerdo con el portal bicentenario.gob.mx, en septiembre de 1913 se constituyó la División del Norte, poco antes del ataque a Torreón, y que su origen comandó Villa.
5. En 1915 las tropas de Álvaro Obregón derrotaron a la División del Norte en el Bajío. Posteriormente los villistas perdieron también las batallas de Trinidad, de León y de Aguascalientes, por lo que volvieron a Chihuahua, donde desarrolló un golpe contra Estados Unidos, país que apoyaba a Venustiano Carranza. El ataque fue la única invasión que tuvo Estados Unidos desde la Guerra de 1812, entre el país norteamericano, el Reino Unido y sus colonias canadienses.
6. Francisco Villa fue asesinado en compañía de su compañero de armas, el coronel Miguel Trillo. Fueron víctimas de una emboscada que le tendió Jesús Salas Barraza, cuando se dirigía a una fiesta familiar en Parral.
7. En 1926, un estadounidense, pagado por William Randolph Hearst, profanó la tumba donde descansaban los restos de “Pancho” Villa. El hombre se llevó la cabeza del revolucionario.