IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
La sombra del América persiguió al Cruz Azul durante su presentación en el Estadio Azteca. La Máquina hizo todo lo posible por esconder los colores de su acérrimo rival, para que sus seguidores se sintieran cómodos en su nueva casa.
La directiva celeste colocó a los aficionados en puntos estratégicos para esconder los escudos azulcrema en las gradas del inmueble.
En las cuatro esquinas superiores y en la cabecera norte, donde está pintado el logotipo del América, estaban sentados aficionados vestidos con las camisetas de su equipo, en lugar de ubicarse en puntos más céntricos y apreciar mejor el partido ante el Puebla.
Hubo más intención de cubrir al rival en la parte superior que acercar a los fanáticos a la cancha en la planta baja.
Las marcas patrocinadoras del Cruz Azul intentaron adornar el recinto para suavizar el impacto de la mudanza. Largas pancartas, con imágenes de las estrellas del club, colgaron en las afueras del inmueble, pero fueron incapaces de tapar la tienda oficial de las Águilas u otros ornamentos amarillos a la entrada de los vestuarios para los equipos de la NFL.
Ya sea el Azteca o el regreso de la Liga MX, la afición celeste pasó una tarde agradable durante el inicio de su equipo en el Apertura.
Para los viejos seguidores de los de La Noria, sentarse en cualquier butaca del Coloso de Santa Úrsula fue la oportunidad de nostalgia. Recordaron a las grandes figuras como Miguel Marín, Carlos Hermosillo y Guadalupe Castañeda.
Sentirse locales en la que fue su casa por 25 años los ilusiona y mantiene positivos para recuperar la gloria olvidada en las últimos dos décadas, porque han regresado.
