Trabaja en la estabilización de los peñascos, que llevan a cabo tres trascabos, de las llamados mano de chango
David Esquivel/Tlalnepantla
Once casas serán demolidas mediante un trabajo quirúrgico, debido al alto riesgo que se corre de un nuevo desprendimiento de rocas, según informó el Centro de Mando Unificado (CMU), que alzó un terraplén de, por lo menos, 50 metros cuadrados, levantado con seis mil 332 toneladas de tepetate y costales rellenos de arena, que sirven para estabilizar las rocas del cerro del Chiquihuite, una de cuyas partes se derrumbó el pasado 10 de septiembre.
El presidente municipal, Raciel Pérez Cruz informó que aún no inicia la demolición de viviendas debido a que se trabaja en la estabilización de los peñascos, que llevan a cabo tres trascabos, de las llamados mano de chango, los cuales colocan el material que permite cubrir las peñas desplazadas y sus oquedades para lograr afianzarlas.
Hasta el lugar llegan camiones de carga con materiales, y también maquinaria pesada para realizar las labores necesarias en las calles Exploradores de Chimalhuacán y Alacranes, de la colonia Lázaro Cárdenas, segunda sección.
Personal del CMU informó que serán demolidas 11 casas porque presentan daño estructural. La semana pasada se demolió un baño de una vivienda y una habitación de otro inmueble, pero los trabajos formales se darán de manera paulatina, analizada la situación y con la certeza de que personal asignado en la zona cuenta con todas las medidas preventivas de seguridad.
Trabajadores de la Junta Local de Caminos del Estado de México (JLC) fueron asignados a la zona y colaboran con el levantamiento del terraplén. Asimismo, personal asignado en la zona cuenta con máquinas de trascabo y un rotomartillo hidráulico para iniciar trabajos de demolición de la roca que cayó sobre la vivienda donde murieron tres personas.
Por otro lado, 286 familias se encuentran en albergues y en casas de familiares, principalmente, mientras encuentran una vivienda para rentar, con los cinco mil pesos de ayuda económica que les brindó el municipio el sábado pasado a 275 y que recibirán otros diez mil más hasta que termine la presente administración.
El CMU aún no determina cuántas casas serán deshabitadas de manera definitiva, pues continúan con estudios de la zona de derrumbes de la ladera de la Sierra de Guadalupe.
Mientras que el equipo de especialistas del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) ha confirmado la existencia de al menos ocho puntos de alto riesgo de derrumbe en la ladera del Chiquihuite, ante lo cual mantiene el desalojo preventivo de las familias que habitan 200 metros a la redonda de la zona donde ocurrió el desgajamiento que dejó cuatro muertos y, por lo menos, 300 damnificados.
Trabajadores de la Junta Local de Caminos del Estado de México fueron asignados a la zona y colaboran con el levantamiento del terraplén
