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Toluca
El llamado Cuerno de África, una región en el este del continente, sufre una sequía que ha generado una crisis humanitaria. En Somalia, Kenia y Etiopía millones sufren el impacto del fenómeno ambiental, la sequía más severa desde el 2011.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) ha informado que al menos 11 millones de personas en Somalia, Etiopía y Kenia sufren actualmente hambre extrema y necesitan asistencia humanitaria urgente. La organización ha solicitado que se tomen medidas “inmediatas y más amplias” para brindar ayuda a los afectados.
La organización Save the Children perteneciente a la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha expresado su preocupación por la actual situación de la región. Según John Graham, director de Save the Children Etiopía, cerca de 6,5 millones de niños podrían estar en riesgo de morir de hambre como consecuencia de las sequías.
Han llamado a incrementar los esfuerzos pues cerca de 15 millones de personas necesitan asistencia urgente. Hay al menos medio millón de niños con desnutrición aguda severa.
El agravamiento de la crisis humanitaria en Somalia debido a las sequías ha provocado que miles de familias se vean obligadas a abandonar sus hogares. La mitad de la población de Somalia se enfrenta a la posibilidad de morir de hambre. La tasa de desnutrición ha alcanzado niveles críticos y se espera que empeoren en las próximas semanas.
Miles de familias se han visto obligadas a desplazarse en búsqueda de alimentos y agua. Muchas intentan cruzar la frontera a Etiopía, pero este país también está sufriendo los efectos de la sequía. Las familias desplazadas se ven entonces forzadas a vivir en campamentos improvisados para buscar agua, comida y ayuda.
En el campamento de Dollo Ado, en Etiopía, el 93 por ciento de los niños que son examinados por la ONU presentan signos de desnutrición. La sequía ha obligado a muchos niños a abandonar el colegio, lo que aumenta los riesgos de otros problemas como el matrimonio infantil y la emigración forzosa.
El Gobierno de Etiopía está solicitando financiamiento por 948 millones de dólares para ayudar a 5,6 millones de personas necesitadas. La situación más severa se encuentra en la provincia de Puntlandia. Allí la sequía registra las peores condiciones desde 1950.
El director de Save the Children en Somalia, Hassan Noor Saadi, ha indicado que “estos desplazamientos suponen una señal de que las familias rurales somalíes están al borde de la ruina. El país no vivía una sequía así desde hace décadas. Se trata de un paisaje lleno de cadáveres de cabras y camellos. Miles de niños sufren de desnutrición aguda y 71 mil de ellos están en riesgo de muerte”
Saadi advirtió que “vivimos una situación similar a la de 2011. Entonces la comunidad internacional no actuó lo suficientemente rápido y, como consecuencia, más 250 mil somalíes murieron de hambre. No podemos dejar que vuelva a suceder”.
Una medida del presidente de Kenia, quien ha declarado la sequía como desastre nacional, ordena castigar a quienes traten de aprovecharse de la situación para enriquecerse traficando con alimentos. Según datos oficiales más de 2,7 millones de personas necesitan alimentos urgentemente y se espera que la situación empeore en los próximos meses.
La presidencia ha desbloqueado 70 millones y medio de dólares para ayuda humanitaria. Según el Programa Mundial de Alimentos unos 330 mil niños necesitan tratamiento contra la desnutrición y 73 mil contra la malnutrición aguda severa.
La culpa es de El Niño
La causa de esta grave sequía se encuentra en el fenómeno de El Niño que se presentó en 2016. El fenómeno es caracterizado por calentamiento en la región ecuatorial del Pacífico. Es la fase de alta temperatura de la oscilación periódica del océano Pacífico, la fase fría se conoce como La Niña.
El fenómeno afecta el clima a nivel mundial y altera los patrones normales de clima, a veces ocasionando tormentas intensas o sequías duraderas. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios (OCHA por su sigla en inglés), aunque El Niño ha finalizado oficialmente, su efecto a largo plazo es la sequía extendida que está afectando a África en este momento.
Cada vez que ocurre una fase particularmente intensa de El Niño, esta es seguida inmediatamente por sequías, incendios forestales e inundaciones en distintas partes del mundo. El 2014 y 2015 fueron los años más cálidos jamás registrados. El Niño 2016 sería el tercer evento más caluroso de este tipo desde 1950.
Algunos de los efectos acompañantes son las inundaciones en Perú y el agravamiento de los incendios forestales en Chile. Se espera que en los próximos meses después del fin del fenómeno se sientan los efectos climáticos más intensos.
Dato
La actual sequía es la más severa desde 1950 y se espera que empeore en los próximos meses. Unas 15 millones de personas, incluyendo 6,5 millones de niños están en peligro de desnutrición.
Con información de Telesur