IMPULSO/ Agencia SUN
Tijuana, BC.
Acusaciones de mentirosos, farsantes, cínicos y hasta dichos acerca de sus familias fueron los señalamientos que cruzaron para atacarse los candidatos presidenciales durante el segundo debate realizado en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), campus Tijuana.
El primer encontronazo registrado en el debate con el tema México en el Mundo fue entre Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya, cuando el panista se acercó al lugar del tabasqueño para cuestionarle la caída de la inversión extranjera en la Ciudad de México, durante la gestión del tabasqueño como jefe de Gobierno.
En respuesta, frente a León Krauze y Yuriria Sierra —moderadores de este ejercicio inédito en el que se recibieron preguntas de ciudadanos— López Obrador sacó del bolsillo izquierdo su cartera y bromeó: “Voy a cuidar mi cartera, porque se me acercó mucho” y abrazó la misma.
Sin embargo, en la réplica, el tabasqueño le respondió al panista: “Eres un mentiroso”, pues afirmó que los datos oficiales indican que en su gobierno hubo más inversión extranjera directa, equivalente a 37 mil millones de dólares.
“A las pruebas me remito, porque tú estás acostumbrado a mentir. Acabas de decir que escribiste un libro, sabes cómo se llama tú libro, ‘Las mentiras de Anaya’, mentiroso, farsante”, expresó al abanderado del PAN-PRD-MC.
El panista, aprovechó los pocos segundos de su réplica para afirmar que el farsante es López Obrador, “porque está acostumbrado a que no le respondan, porque es autoritario. Por las cifras que muestra, incluye la venta de Banamex y Bancomer, ahora resulta que está muy orgulloso de haberle vendido la banca a Estados Unidos y España”.
El candidato de la coalición Todos Por México, José Antonio Meade, subió a la disputa la postulación que hizo Morena de la ex líder de la policía comunitaria de Olinalá, Guerrero, Nestora Salgado, para el Senado de la República como candidata plurinominal. “Esto, Andrés Manuel, quedará en tu consciencia”, apuntó.
No obstante, el abanderado de Morena-PES-PT no quiso responder a ese señalamiento. El candidato del PRI siguió con críticas a Ricardo Anaya, lo calificó como cínico y lo acusó de no haber trabajado en favor de los migrantes cuando fue presidente de la Cámara de Diputados.
“Se necesita ser muy cínico para haber sido presidente de la Cámara de Diputados, encargado de las interparlamentarias, sin haber logrado un solo resultado en beneficio de los migrantes para venir aquí a pontificar. Se necesita ser muy cínico también para [no] conocer de Atlanta [ninguna zona] más que donde vivía la familia [de Anaya] sin haber visitado nunca el consulado o a los migrantes”, expresó.
El panista respondió al ex secretario de Relaciones Exteriores: “No hay una cosa peor que los engaños, que la hipocresía, lo que no dice Meade es que él se fue a Estados Unidos a estudiar pagado por el gobierno mexicano; mientras que el otro [Andrés Manuel López Obrador] su hijo estudió en España. ¿No que muy nacionalistas?, los dos son unos hipócritas”, indicó Anaya.
En esta parte del debate, las familias salieron a relucir. Esto luego de que Meade y López Obrador echaron en cara al panista que su familia vivió en Atlanta.
“Es Riqui riquín, canallín, no tiene nada que ver mi hijo [con] el que hayas mantenido a tu familia en Atlanta”, reviró el tabasqueño, al momento de mostrar una portada de la revista Proceso con el título de corrupción.
Ricardo Anaya, sin tener derecho a réplica, mostró una cartulina con dos portadas, una en alusión a Meade y la Estafa Maestra y la otra de López Obrador y su familia.
Siendo casi un mero espectador, el candidato independiente a la Presidencia Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, acusó que los candidatos de los partidos se la pasaban peleando, viendo “quien es más rata y venenoso” y así no podrán hacer el trabajo de Presidente.
A pesar de que no estaba permitido el contacto físico ni entrega de documentos entre los candidatos, Rodríguez Calderón le incitó a López Obrador que le diera un abrazo a José Antonio Meade y de paso aprovechó para reiterarle su petición de que renuncie al financiamiento público por medio de un escrito que dejó en su atril.
“Andrés, [Manuel López Obrador] dale un abrazo a Meade, dáselo, pues, te vuelvo a presentar: desiste a los 3 mil millones de tu partido, no me des abrazo, fírmamelo”, reiteró “El Bronco”, mientras López Obrador bromeó al señalar: “Abrazos y no balazos” y se abrazó a sí mismo.
Meade continuó el ataque diciendo que López Obrador es un gran empresario de la política, pues maneja un partido con más de 3 mil millones de pesos, el cual es controlado por sus hijos.
Al hacer notar que está bien de salud y que “macanea arriba de 300”, López Obrador dijo que es el de más edad y mayor experiencia, pero Ricardo Anaya le reviró que el problema no es su edad, sino que sus ideas son muy viejas. A pesar de los señalamientos, también hubo coincidencias, como mejorar la atención a migrantes.
Dejaron bien asentado que debe haber respeto del presidente estadounidense Donald Trump al pueblo de México y el trato del gobierno mexicano a los centroamericanos debe ser equiparable al que se le exige al país vecino.