IMPULSO/ Miguel Á. García
Toluca
: “Es urgente atender el ‘bulliying’”, advierte Carlos Veloso da Veiga, investigador de la Universidad de Portugal y colaborador de la UAEM.“La secundaria es el grado escolar más violento para los estudiantes, en los últimos años, se ha puesto al parejo la violencia que ejercen tanto hombres como mujeres, llegando las féminas incluso a ser más agresivas, es un grave recrudecimiento del fenómeno del bullying”, comenta el académico. De acuerdo a Carlos Veloso da Veiga, investigador de la Universidad de Portugal, hoy, colaborando en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), es urgente entender el “bullying” como una relación de poder, de aquél que lo tiene con el que no.
Señala que se presenta en todas las esferas de la sociedad porque es una violencia que es ejercida no sólo con la fuerza física. Parte de la premisa es “tengo más poder que tú y te puedo someter”. “No toda la violencia es ‘bullying’, argumenta, pues, para ser calificada con esta categoría, debe ser una violencia continuada, es decir, siempre se presenta a partir del mismo formato: el agresor somete a la víctima, que es incapaz de responder, esta última no reacciona la mayoría de las veces y sólo interioriza la violencia”, explicó el investigador.
Con ello, refiere, se presenta un fenómeno complejo, pues quien lo ejerce deshumaniza al otro, haciendo que pierda su condición humana. “Las relaciones sociales son en su mayoría relaciones de poder, uno ejerce su estatus y control hacia la víctima, el cual puede ser de forma física o con palabras, unas veces somos víctimas y a veces practicantes, es un largo espectro de poder y de violencia, es muy rara la violencia gratuita, es decir, donde no haya relación entre víctima y victimario”, expresa.
En los últimos años, explica, tenemos la idea de que la violencia se ha incrementado, sin embargo, sostiene que sólo tiene una mayor visibilidad por el uso de las redes sociales y la Internet.
Hay una exposición de la violencia, sobre todo la violencia extrema, tal vez es un mundo menos violento de hace 200 años, pero las redes y la internet elevan la sensación de violencia.