IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Faltan poco más de tres meses. Kate del Castillo estaría llegando a la casa de sus padres para celebrar Navidad, iría a comer tacos y a reunirse con sus amigos. Lo más importante: cerraría un ciclo en el que, considera, el gobierno mexicano hizo una cacería de brujas en su contra.
“Hubo un momento en que me hice a la idea de no visitar mi país en donde no me quieren. Me refiero al gobierno que me dio palo con todo durante meses. Pensaba: ‘para qué me arriesgo'”, cuenta en entrevista con EL UNIVERSAL.
Kate promueve en Los Ángeles la segunda temporada de la serie de Netflix, “Ingobernable”, que se estrenará el 14 de septiembre. En ella interpreta nuevamente a “Emilia Urquiza”, esposa de un presidente quien es acusada de asesinarlo.
El rodaje de la primera temporada se dio en medio de una investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) debido a una reunión que sostuvo con el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán. Fue relacionada con supuesto “lavado” de dinero y encubrimiento.
El año pasado, la PGR decidió archivar el caso, acción que avaló un juez federal. Aunque con ello puede visitar el país, la actriz ha decidido no hacerlo, de ahí que el rodaje de la segunda temporada se hiciera en Colombia y la promoción en Estados Unidos.
Su plan será visitar México después de que tomé posesión el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
“Quería regresar (a México) y podía, pero mis abogados me dijeron que no hasta tener más garantías. Hasta que no se vaya este presidente (Enrique Peña Nieto) porque no confío en el gobierno”.
La actriz considera que, en realidad, desconoce mucho del país en el que no vive en su desde hace 18 años, pero que siempre será importante sentirse con la libertad de regresar.
“Visualizo (llegar a México) con muchos tacos, poder visitar a todos mis amigos ,estar en casa de mis papás tranquila; va a ser un momento padre para mí que había hecho a la idea de que cuando tenga que ir iré, ya no me afectó tanto pero al principio me afectó, hice mis rabietas”.
De la mala experiencia, se queda con el apoyo de la gente que, cree, es heredado desde el carisma que posee su padre, el también actor Eric del Castillo.
“Él me enseñó a hacer las cosas con congruencia, a veces es difícil porque uno cambia y se equivoca, pero no deja de ser congruente con sus ideales. La gente se da cuenta cuando haces algo genuinamente o por pose, es súper inteligente”.