IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Para la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) el 2017, mismo en el que se presentó el socavón del Paso Exprés en Cuernavaca, fue el peor de los últimos seis en materia de verificación de calidad de obras en construcción.
Un reporte interno sobre la evaluación del pasado ejercicio obtenido a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, revela que “en 2017, por restricciones presupuestales, se redujo el número de tramos y la longitud verificada en 50%”, en comparación con el ejercicio anterior.
De 6 mil y 7 mil kilómetros verificados en 2014 y 2015, utilizando presupuestos del orden de 208 millones y 263 millones de pesos, respectivamente, el año pasado sólo se pudieron inspeccionar 2 mil 475 kilómetros en el país con una partida presupuestal de apenas 120 millones de pesos.
Estos trabajos que se llevan a cabo para confirmar que se están ejecutando obras conforme a los proyectos y especificaciones particulares contratadas para garantizar su vida útil. De ello depende que el Residente de Obra de la SCT decida la aceptación o rechazo y el pago de los trabajos.
De esta manera, según la información obtenida por EL UNIVERSAL, la SCT a través de la Dirección General de Servicios Técnicos, “aseguran la calidad de las obras y que los costos de conservación sean razonables, en función del tránsito que pasa por ellas y los factores meteorológicos”.
La dependencia detalla que anualmente se ejecutan más de 2 mil obras de construcción, modernización y conservación de carreteras federales y alimentadoras. La Dirección General de Servicios Técnicos reconoce que el adelgazamiento del personal del área técnica desde hace varias décadas, por medio de retiros voluntarios sucesivos, “ha provocado la reducción de residentes de manera que en vez de que éste supervise la ejecución de una obra, en el caso de construcción y modernización de carreteras federales tiene a su cargo dos o más, de conservación cuatro o más y de carretas alimentadoras y caminos rurales más de 10 obras. Consecuentemente, más que supervisar la ejecución de los trabajos, administran contratos”.
Por esa razón, ese personal no tiene “capacidad suficiente para supervisar el control de calidad que llevan a cabo las empresas constructoras”.
Si bien la verificación de calidad no sustituye al control de calidad, el cual es responsabilidad del contratista, y la verificación (selectiva y aleatoria) es un instrumento que utiliza la contratante (SCT) para que los responsables de supervisar la ejecución de los trabajos (Residentes de Obra) cuenten con elementos necesarios que aseguren la calidad de las obras y puedan pagarlas y recibirlas a su terminación, en los términos pactados contractualmente, la secretaria tiene que recurrir a terceros o empresas especializadas porque “no cuenta con personal técnico suficiente”.
En todo momento, buena parte de la responsabilidad de verificar la calidad de las obras en construcción recae en los terceros contratados.
Para verificar la calidad de 5 mil 500 kilómetros en promedio anual, se requiere una plantilla de 291 especialistas (31 jefes de verificación de calidad, 31 jefes de laboratorio, 93 laboratoristas y 136 auxiliares de laboratorio). De ellos, la SCT sólo cuenta con 54 técnicos a escala nacional.
Entre 2012 y 2017 se invirtieron mil 281 millones de pesos en la verificación de calidad de 32 mil 108 kilómetros en 6 mil 43 obras, a través de la contratación de servicios con terceros. En 2017 se redujo el número de tramos y la longitud verificada en alrededor de 50%.
Para 2018 y luego de los incidentes presentados en carreteras federales en el pasado, la SCT pretende ejercer un presupuesto de 288.1 millones de pesos para verificar la calidad de las obras viales que se ejecutarán, en una longitud de aproximadamente 5 mil 500 kilómetros y mil 300 tramos.
Para cada obra se determina 10% de muestreo del control de calidad que realiza la contratista, de acuerdo con lo que establece la Normativa para la Infraestructura del Transporte, y se verifica la calidad de los materiales que se emplean en su construcción.
También se ejecutan los servicios de ingeniería orientados a la verificación de la calidad de estudios geotécnicos, hidráulicos, topo hidráulicos, de cimentación, de ingeniería vial y estructural, así como proyectos ejecutivos que requieren las áreas del sector coordinado para realizar las obras.
Esto permite asegurar que se reúnan las características que establece la Normativa SCT, tanto de materiales como de parámetros de diseño y procedimientos constructivos, antes de contratar su ejecución.