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Ciudad de México
Con la advertencia de que la contienda por la nominación presidencial del Partido Republicano se ha vuelto demasiado sucia, el precandidato Scott Walker suspendió el lunes su campaña y pidió a algunos adversarios que hagan lo mismo, citando una urgente necesidad de “despejar el campo” para ayudar a derrotar a quien va a la cabeza en las encuestas: Donald Trump.
“Hoy, yo creo que estoy siendo llamado a tomar la vanguardia para ayudar a despejar el campo en esta competencia de manera que pueda tomar la delantera un mensaje conservador positivo. Con eso en mente, suspenderé mi campaña inmediatamente”, dijo Walker en una conferencia de prensa en Madison.
“Exhorto a otros precandidatos presidenciales republicanos a considerar hacer lo mismo para que los votantes se puedan enfocar en un número limitado de contendientes”, agregó Walker.
El anuncio marcó una caída dramática para Walker, quien pasaba apuros para recaudar fondos y generar entusiasmo después de estar entre los punteros de la contienda al inicio del año. Él regresará a su cargo de gobernador de Wisconsin, cuyo periodo termina al final del 2018.
Walker, uno de los últimos precandidatos que ingresó a la contienda republicana, se unió al ex gobernador de Texas, Rick Perry, como uno de los primeros en retirarse de la competencia hacia la elección presidencial del 2016, tras no haber sido capaz de ajustarse a la popularidad de Trump o de sobresalir en los dos primeros debates de precandidatos del Partido Republicano. (El Economista).