IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
A más de tres semanas de que termine el plazo para regularizar los recursos en el extranjero y que no han pagado los impuestos correspondientes, ya se han repatriado 36 mil 753 millones de pesos, de los cuales el fisco recuperó casi 2 mil millones de pesos.
Una vez que termine el periodo el 19 de julio para “ponerse a mano con Lolita”, comenzarán las auditorías para revisar a los mexicanos que no hayan aprovechado, lo que se dice, será la última oportunidad para traer de regreso el dinero que mantienen fuera.
Hasta el 22 de junio, 754 contribuyentes han decidido traer su dinero bajo los beneficios fiscales que ofrece el gobierno; de éstos, 730 son personas físicas y 24 empresas. A penas el 9 de junio el SAT había reportado que el monto repatriado sumaba 23 mil millones de pesos.
“Cruzaremos esta información y nos indicará qué personas con dinero en el extranjero no lo han declarado, veremos si cumplieron con sus declaraciones anuales o repatriaron capitales”, dijo el Administrador General de Recaudación del SAT, Lizandro Núñez.
Consideró que la cifra que hasta el momento ha llegado puede crecer más, porque por lo general los mexicanos “dejan todo para el último”.
Recursos lícitos. Recordó que los recursos que sean repatriados a través del programa de retorno de capitales deberán tener un origen lícito.
En un reciente análisis de la firma Jones Day sobre Regularizaciones tributarias en América Latina: ¿Qué tiene que hacer una institución financiera?, a cargo de los especialistas Sergio Álvarez-Mena, Carolina T. Leung y James F. Channing, se pone de manifiesto lo que han hecho algunos países de la región y cómo se aborda el tema del lavado de dinero en programas como el de repatriación de capitales.
Se establece que en el creciente número de programas de regularización tributaria en América Latina, como en Argentina, Brasil, Colombia y Perú, es de gran interés para la industria de la gestión de la riqueza transfronteriza.
Estos programas, según Jones Day, son los últimos modelos latinos de la tendencia a la transparencia global, y a la vez estos cuatro países han anunciado su intención de participar en el programa de Intercambio Automático de Información de la OCDE.
Todos estos países ofrecen a sus contribuyentes la oportunidad de regularizar sus activos antes de que entre en vigor el intercambio de información.
Pero, el atractivo de las regularizaciones ha suscitado un debate y ahora las instituciones financieras en EU están luchando con una pregunta rígida relacionada: ¿Cuáles son, si las hay, las obligaciones de notificación de lavado de dinero cuando una institución financiera se entera de que un cliente participa en una regularización?
Los atributos únicos de los programas de regímenes de regularización tributaria en América Latina brindan apoyo adicional a la no notificación.
En Argentina, la participación en el programa de regularización no genera obligaciones locales de presentación de información sospechosa, mientras que en Brasil la participación se limita a los fondos de origen lícito.
La evasión fiscal no se clasifica como delito en Colombia y las enmiendas recientes al decreto en Perú han aclarado la suspensión de los enjuiciamientos de lavado de dinero cuando el origen de los fondos no declarados se deriva del incumplimiento fiscal.