IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Samantha Paige nació para deslumbrar con su belleza. Sin necesidad de gimnasios, dietas o toneladas de maquillajes, la modelo es deslumbrante.
Hasta el momento su fama quizá no es masivamente popular, sin embargo ha llamado la atención precisamente por su belleza al natural en redes sociales como Instagram.
Una de sus mayores cualidades es mostrar su sonrisa y abrirse al mundo tal y como vino al mundo, sin tener la necesidad de modificar su cuerpo con horas y horas de ejercicio.
Las cirugías estéticas tampoco es algo que Samantha conozca, con sus ojos azules como el mar es más que suficiente para conquistar y derretir.
Tampoco necesita mostrarse completamente desnuda, pues el misterio que hay en sus fotografías hace que la mente de los que admiran su hermosura vuele.
Lo único que definitivamente sí entra en el rimo de vida de esta muñeca de carne y hueso es la vida equilibrada, el comer bien y el evitar las grasas saturadas en su día a día.
En tiempos en los que las modelos hacen de todo por verse bellas, Samantha es como encontrar una aguja en el pajar, pues lejos de preocuparse por el qué dirán, ella se muestra en completa libertad, aceptando lo que tiene, que para su fortuna son grandes atributos de sensualidad.