IMPULSO/ Bettina Falcón Valerdi
Toluca
El Episcopado Mexicano ha reconocido que en México 157 sacerdotes de los 15 mil que hay, son pederastas, así lo aseguró el maestro en Sociología del Catolicismo, Bernardo Barranco Villafán, coordinador del libro “Norberto Rivera, el pastor del poder”, quien agregó que a estos criminales hay que refundirlos en la cárcel con todo el rigor de la ley, porque son seriales y su conducta no es curable.
Barranco Villafán comentó que el episcopado, primero dijo que había 152 casos de curas que fueron suspendidos, y después salió que habían sido 157, “pero nada más han dado números, falta conocer los expedientes y quiénes son. Porque el episcopado tiene la obligación de decir no solamente quiénes son, sino quienes han sido las víctimas; qué tipo de atención han recibido las víctimas; en qué estados; dónde se han dado y cuáles son las circunstancias porque es un tema muy grave.
Consideró que el actual presidente de la República en aras de la unidad que es racionalidad política del estado, no quiere irritar a las iglesias, porque cuando se le pregunta sobre el caso de los curas pederastas, responde que si están las denuncias que sigan su cauce, “yo no me voy a meter con las iglesias”, aquí prima la alianza política, la buena relación con las iglesias.
Pero el problema preguntó, es quién defiende a las víctimas, y máxime si son niños, porque son mexicanos tienen derechos que se están afectando por ello la obligación del ejecutivo federal es atender a las víctimas.
Aseguró que no se sabe cuántos casos ha habido, porque “son sacerdotes con abusos seriales, por ejemplo, uno que anda prófugo, que es el padre Córdova en San Luis, se ha documentado que son alrededor de 70, 80 niños”.
El padre Silvestre que está en la cárcel, en Oaxaca, fueron más de 15 niños indígenas de la sierra, por ello la Iglesia tiene la obligación de decirnos, dónde están, cuál es su estatus, etc.
Consideró que para erradicar esta práctica la Iglesia tiene que repensar su sexualidad porque no ha trabajado este tema ni modernizado su noción de sexualidad porque mientras en otras religiones ésta es un vehículo de amor y espiritualidad, como en las religiones orientales, en el catolicismo “la carne”, sigue como un factor de pecado.
Refirió que aparecerá un libro titulado “Sodoma”, que plantea que el 80 por ciento de los curas en el Vaticano, monseñores, cardenales, obispos, etc., son homosexuales que no violadores, pero evidencia el atraso en el análisis de la sexualidad que promueve esta confesión.
En el ámbito civil la pederastia se da en las escuelas; en las ONGs pero la principal fuente de pederastia se da en las familias, de padres a hijos, a sobrinos, a primos, pero en la Iglesia se trata de una doble traición tanto a los sentimientos, a los principios religiosos y la misión de lo que debe ser un ministro de culto, que tendría que ser la encarnación de principios.