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Roma
Giulano Costalunga, quien fue sacerdote por muchos años en Selva di Progno e Giazza decidió romper barreras y unir su vida al lado de su novio Paolo.
Costalunga abandonó sus hábitos para casarse con el amor de su vida y cumplir su sueño.
“Paolo y Giuliano, de izquierda a derecha (Efe)”
“Después de 10 años, finalmente se ha realizado mi sueño. Me casé con Paolo, mi amigo y mi amor desde siempre. Amo a Dios y lo amo a él”, dice Giuliano.
Giulano y Paolo se conocieron cuando Costalunga era tratado de un cáncer en el hospital San Raffaele de Milán. Desde ese momento, iniciaron una amistad que con los años se convirtió en amor.
“En cuanto entendí que lo amaba, dejé la parroquia”, contó Costalunga a EFE.
Convencido de que la relación era real y recíproca, el religioso envió una carta al obispo Giuseppe Zenti, de Verona, para informarle que dejaría su labor pastoral para casarse con su novio. Esto no fue tan fácil, ya que en un principio debido a la que fue víctima de discriminación él y su pareja se tuvieron que mudar a Maspalomas, una zona de la isla Gran Canaria en España donde se hacen llamar Julián y Pablo.
Fue en Maspalomas en donde Giulano Costalunga y Paolo unieron su vida para siempre.
“Yo creo que un hombre que cree en Dios y ama a Jesús puede ser un buen cura que dice la palabra de Dios, que la vive. Jesús habló de amor, no de amor homosexual, heterosexual, transexual… Habló de amor en su totalidad”, señaló el exsacerdote a EFE. El debate