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Ankara
Las fuerzas policiales turcas encontraron entre las pertenencias del asesino del embajador ruso en Ankara, Andrey Karlov, un iPhone que podría tener información vital para la detención de otros terroristas y la prevención de futuros atentados. El problema es el alto sistema de seguridad y encriptado que ofrece la marca “Apple” a sus clientes. El gobierno ruso ha anunciado el envío de un grupo de especialistas a Ankara para ayudar a desbloquear el iPhone y poder completar así la investigación.
Mevlut Mert Altintas fue el ex policía que el 19 de diciembre tras el grito de “Alá es grande” disparó varias veces contra el embajador que se disponía a dar una rueda de prensa. El joven de 22 años, prodecente de Aydin (noroeste de Turquía), servía desde hacía dos años en la Policía de Ankara y en la actualidad estaba fuera de servicio. Altintas disparó su arma hasta en ocho ocasiones, hiriendo a otras dos personas. Antes de ser abatido recordó a las víctimas de Alepo y Siria tras el gripo de: “¡Nosotros morimos en Alepo y Siria, ustedes mueren aquí!”.
El terrorista islamista logró acceder al recinto en el que la víctima se encontraba usando su identidad de policía antidisturbios y posicionándose en una posición cercana al escenario. El tirador fue abatido momentos después del asesinato por la policía turca.
Por la batalla legal que protagonizó la marca de teléfonos móviles contra el FBI, el gobierno ruso ha preferido no pedir ayuda a la marca fundada por Steve Jobs. Tras el tiroteo de San Bernardino, en California, el FBI pidió a Apple que desarrollara un sistema para desencriptar el teléfono de uno de los yihadistas que participaron en la masacre. La respuesta fue un rechazo rotundo defendiendo la privacidad de sus clientes, lo que les llevó a los tribunales. Finalmente las autoridades de EE.UU. terminaron recurriendo a la ayuda de la consultora de ciberseguridad israelí Cellebrite, que terminó desbloqueando el iPhone.
Con información de Blasting News
