Moscú, 29 may (EFE).- El Ejército ruso se ensañó hoy con la capital ucraniana, que fue bombardeada por primera vez en mucho tiempo a plena luz de día. Mientras, los ucranianos siguieron martillando la región rusa de Bélgorod, donde los Wagner proponen crear una zona de seguridad para frenar los ataques enemigos.
“Siento decepcionar a aquellos en Rusia que aún creen o sueñan que pueden amedrentar a Ucrania, eso no es verdad. Todo el mundo estaba y sigue estando en sus puestos de trabajo”, dijo Kyrylo Budánov, jefe de la Inteligencia Militar de Ucrania.
La capital, que conmemoraba el domingo el aniversario de su fundación, ya soportó la víspera la mayor lluvia de drones desde el inicio de la guerra hace más de quince meses.
En lo que significaba el decimoquinto ataque contra la ciudad en mayo, la defensa antiaérea capitalina derribó esta madrugada de nuevo más de 40 misiles y drones rusos.
Según la Administración Militar de la Ciudad de Kiev, los misiles fueron lanzados por aviones estratégicos Tu-95MS desde la zona del Mar Caspio.
Seis horas después, poco después de las 11.00 hora local (09.00 GMT), Rusia volvió a atacar el corazón de la ciudad, según su alcalde, Vitali Klitschko.
Fueron un total de once misiles balísticos y de crucero lanzados todos desde el norte de Kiev, aluvión que sorprendió a muchos ciudadanos fuera de los refugios y de camino al trabajo.
En las imágenes ofrecidas por medios ucranianos se podía ver a los kievitas corriendo hacia el metropolitano mientras sonaba la alarma antiaérea.
Una persona tuvo que ser hospitalizada tras resultar herida en el distrito de Podilsk, según informó más tarde el primer edil de Kiev, quien conminó a sus conciudadanos a no salir a la calle.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no dudó en glorificar a los soldados que defienden “los cielos ucranianos” y dar las gracias a aquellos que contribuyen a la defensa de la población civil del “terror ruso”.
Mientras, Budánov advirtió que aquellos que amenazan a los ucranianos pensando que lograrán su cometido, “lo lamentarán muy pronto”.
“Nuestra respuesta no tardará. Todo el mundo lo verá pronto”, dijo.
Mientras, la región de Bélgorod sigue pagando los platos rotos de los bombardeos rusos.
El gobernador, Viacheslav Gladkov, denunció hoy más de 300 ataques ucranianos con artillería, fuego de mortero y drones suicidas en las últimas 24 horas.