- Esta tradición reúne a las familias en torno a un trozo de pan que al compartirlo nos trae alegría y muchas sorpresas.
Ana Lydia Chávez Flores
Es temporada de roscas de reyes y desde hace algunos días las panaderías de la ciudad trabajan a tambor batiente para cubrir la demanda de los paladares de grandes y chicos.
Como es tradición en muchas familias toluqueñas, hoy 6 de enero obliga la reunión para partir la rosca y averiguar con cuánta suerte arrancan el año. A quien le toque el muñeco, habrá de invitar los tamales el día 2 de febrero, día de la Candelaria.
Esta fecha también es ocasión para que los pequeños del hogar muestren los regalos que les trajeron los Reyes Magos. Con este ambiente festivo, cierra con broche de oro el tan famoso puente “Guadalupe-Reyes”, conocido por sus frecuentes reuniones y pretexto para comer un poquito más de lo acostumbrado.
Los precios de las roscas de reyes en este 2022 son variados depende de la panadería o pastelería donde se compre, en La Guadalupana, que amablemente nos permitió ver la elaboración de sus exquisitas roscas, pueden llevarlas por 110 y hasta 480 pesos.
Fotos: Arturo Hernández Sánchez.
Las hay de infinidad de sabores, de naranja y de nuez, rellenas con nata, crema pastelera o sin relleno. En la cubierta lleva trozos de higo, ate, acitrón, naranja caramelizada, cerezas y una masa de azúcar glas (que por cierto es la porción que todos prefieren).
Algunas roscas gourmet llevan almendras troceadas en la cubierta o llevan algún decorado o relleno de chocolate.
La mejor manera de saborearlas es con un delicioso chocolate caliente.
La “partida de rosca” también ha trascendido los hogares y es motivo para hacer una pausa en las oficinas para compartir un pedazo de rosca, bueno eso era antes de la pandemia.
La rosca de reyes tiene un simbolismo de origen católico; representa la epifanía de Jesucristo, es decir, cuando se manifiesta al mundo personificado en los reyes magos que son de orígenes raciales diversos según la creencia. La forma circular de este pan representa a la divinidad, que no tiene principio ni fin, es decir, Dios se manifiesta al mundo.
