En Toluca 18.6% de la Población Económicamente Activa tiene condiciones críticas de ocupación laboral y a nivel estatal, recientemente, se dio a conocer que cinco millones de personas tienen trabajo precario. Esos indicadores del Inegi dejan de manifiesto el gran desafío que tienen ante sí las autoridades y los sectores productivos para generar empleos dignos que de verdad impacten en la calidad de vida de la población y rompan con los círculos viciosos que sólo nos han llevado a administrar la pobreza.
El combate se debe hacer en muchos frentes, sin duda alguna, implicaría esfuerzos para que los empresarios o patrones no se aprovechen de la situación de pandemia para explotar laboralmente a sus trabajadores o crear condiciones ventajosas con contratos en los que no conceden prestaciones, seguridad social y los salarios son irrisorios.
En tanto, las autoridades laborales deben hacer revisiones para que los salarios, jornadas laborales, descansos, seguridad y salud laboral se apeguen a lo que establece la Ley Federal del Trabajo y no se comentan abusos que atenten contra los derechos del trabajador.
También valdría la pena garantizar desde las universidades o instituciones de educación superior las competencias con las que egresan los jóvenes para que sean realmente competitivos y su incorporación al mercado laboral sea exitosa.
Los responsables de los planteles de educación media superior y superior, deben hacer una revisión seria del tema de vinculación. Aunque se cuenta con estrategias como el servicio social o las prácticas profesionales, lo cierto es que a los estudiantes no los involucran mucho en la forma en que opera una empresa o una oficina relacionada con su carrera.
Es necesario que se logre una auténtica formación por competencias, porque no siempre los egresados pueden mostrarlas en el mercado laboral. De igual forma, se necesita que exista una actualización de los planes de estudio, pues no siempre están apegados a casos concretos o a escenarios reales y por eso estamos tan desvinculados. Este es un aspecto que no sólo se debe trabajar a nivel superior, porque también es cierto que se ha descuidado desde los niveles básicos.
Nuestro México está ávido de la formación de perfiles en las áreas que realmente requiere el mercado laboral, porque se siguen privilegiando las ciencias sociales, cuando no se cuenta con muchos espacios en el mercado laboral y en general no se está preparando el perfil que se requiere porque en ocasiones no hay la vinculación suficiente.
En el mercado laboral del Estado de México y, en particular, en el Valle de Toluca siguen faltando ingenieros y técnicos, como se quejan los industriales. En esta región continúan los problemas por la falta de mano de obra especializada que no se prepara desde las instituciones educativas.
Por ello, urge es garantizar que quien demanda un empleo esté bien capacitado, lo cual se debe lograr desde que un joven es estudiante, objetivo que lamentablemente no siempre se consigue.
Se debe lograr que los egresados no lleguen con los “ojos cerrados” a pedir trabajo a una compañía, porque las empresas lo que quieren es que estén preparados y no tengan que invertir, lo cual se debe lograr antes que egrese.
Y si bien el tema de vinculación es un aspecto pendiente por atender, lo cierto es que la precariedad, la informalidad y la ausencia de seguridad social, son las características del empleo en México, mismas que no cambiarán tan fácil ante las condiciones económicas y sociales que persisten en la actualidad, lo cual nos permiten advertir que el panorama para la clase trabajadora y, para los mexicanos en general, seguirá siendo adverso. ¿No lo cree?
