- El responsable de la política interna, Ernesto Nemer Álvarez pidió a los alcaldes vigilar que los cuerpos policiacos no repriman, criminalicen o estigmaticen a quienes participan en manifestaciones.
Respeto irrestricto a la libre expresión y vigilar que los cuerpos policiacos implementen mecanismos que garanticen la manifestación de las personas sin represión, criminalización o estigmatización de quienes participen en ellas, es el llamado que el secretario General de Gobierno, Ernesto Nemer Álvarez, hizo a los municipios ante la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
El responsable de la política interna del Estado de México, por instrucciones del gobernador Alfredo del Mazo y, con absoluto respeto a la autonomía municipal, exhortó a los 125 presidentes municipales a conducirse con estricto apego a derecho en la conmemoración de este 25 de noviembre, conocido como el “Día Naranja”, a fin de garantizar los derechos humanos y evitar que se vulneren.
Recordaron a los alcaldes que la obligación constitucional de todas las autoridades es promover, respetar, proteger y garantizar el acceso a los derechos humanos.
El funcionario estatal ofreció que la administración estatal mantendrá una estrecha colaboración con los gobiernos municipales para garantizar la manifestación de los mexiquenses, así como el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia.
Nemer Álvarez recordó a los alcaldes que la obligación constitucional de todas las autoridades es promover, respetar, proteger y garantizar el acceso a los derechos humanos. Asimismo, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los mismos.
En ese sentido, explicó que el gobierno de la República, a través de la Comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las mujeres (Conavim), coordina acciones con los tres órdenes de gobierno en materia de protección, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres.
Cabe mencionar que esta conmemoración se remonta al asesinato cometido el 25 de noviembre de 1960 contra las hermanas Mirabal, tres activistas dominicanas que luchaban por los derechos de las mujeres. En Latinoamérica esta fecha se adoptó desde 1981. Sin embargo, en México se estableció a partir de 1999.