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Buenos Aires
Tras asumir la presidencia del Mercosur, la canciller Susana Malcorra afirmó con respecto a la polémica con su par venezolana Delcy Rodríguez, quien trató de ingresar a la ceremonia de rotación de liderazgo llevada a cabo en la cancillería argentina en Buenos Aires, que Venezuela “pudo haber pedido una prórroga” para adecuarse legalmente al Mercosur “y no lo hizo”, y consideró que “no se pueden tener los derechos y no cumplir con las obligaciones”.
“Se intenta mezclar un tema ideológico de Venezuela con la región, cuando aquí lo que hay que evaluar que Venezuela no ha cumplido con las normas del Mercosur. Hasta que Venezuela no termine de cumplir sigue en un estatus de suspensión”, afirmó Malcorra.
Malcorra señaló que el gobierno venezolano “no tuvo cuatro años (para cumplir el artículo 3) sino diez, porque su ingreso al Mercosur llevó seis”, y con respecto a si la postura depende por motivos de afinidad ideológica, fue enfática: “Nosotros estamos tratando de desideologizar la política exterior, y eso implica trabajar con los afines y con los que no iríamos ni a tomar el té”.
Por su parte, el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa opinó: “Entrar a la fuerza en la cancillería argentina me parece que es un acto grave desde el punto de vista diplomático bilateral”, un día después de que Rodríguez señalara que entraría “por la ventana” al encuentro de cancilleres de los socios fundadores del bloque que tuvo lugar en Buenos Aires.
Venezuela ingresó al Mercosur en 2012 con Paraguay suspendido en sus derechos tras la destitución del presidente izquierdista Fernando Lugo por el Parlamento. El Senado paraguayo no había aprobado su ingreso por lo que Caracas entró al bloque con el voto de apenas tres de los cuatro fundadores, por esa suspensión de Paraguay. Venezuela ha calificado su suspensión de “golpe de Estado”.
