IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
La apreciación del peso frente al dólar está pegando en el bolsillo de los hogares que reciben remesas, recursos que de acuerdo con el Banco Mundial, son determinantes para reducir los índices de pobreza y desigualdad en el país.
La reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Inegi reveló que un millón 646 mil familias recibieron remesas el año pasado y la mitad de estos hogares percibía un ingreso total menor a 8 mil pesos mensuales.
El Banco Mundial considera que las remesas tienen un alto potencial para contribuir a la disminución de la pobreza y la desigualdad de los ingresos, dado que eleva las capacidades de consumo y ahorro de los hogares receptores y, por consecuencia, mejora su nivel de vida.
En promedio, cada hogar mexicano recibió 340 dólares en julio pasado, que convertidos a pesos equivalen a 6 mil 478, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).
Este monto alcanza a cubrir la canasta alimentaria para cuatro personas que vivan en las zonas urbanas del país, cuyo costo mensual fue de mil 569 pesos en julio, según información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Sin embargo, las remesas alcanzaban para comprar más productos antes de que iniciara la llamada Cuarta Transformación, porque cada familia obtenía 6 mil 929 pesos por estas transferencias en noviembre del año pasado, 451 pesos más que en julio de este año, lo que permitía pagar la canasta alimentaria, que en ese entonces costaba mil 531 pesos, a casi cinco personas.
Si bien la entrada de remesas al país ha roto récords históricos este año, convertidas a pesos alcanzan para comprar menos productos en el país, debido a la apreciación de la moneda mexicana ante el dólar y, en menor medida, porque los bienes y servicios han subido de precio por la inflación.
La cotización promedio del dólar fue de 19.05 pesos en julio pasado, 1.21 unidades menos frente a los 20.26 de noviembre de 2018, de acuerdo con información de Banxico.
Apenas el domingo pasado, en su primer informe de gobierno, el presidente López Obrador volvió a presumir el nivel del peso frente al dólar durante el tiempo que lleva gobernando y lo relacionó con la nueva política económica que encabeza.
En su discurso, el mandatario también reiteró que “el objetivo más importante del gobierno de la Cuarta Transformación es que en 2024 tengamos una sociedad mejor, que la población esté viviendo en un entorno de bienestar. Vuelvo a proclamar por convicción, por humanismo, que, por el bien de todos, primeros los pobres… El país no será viable si persisten la pobreza y la desigualdad”.