Julio 16, 2024
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Religión prehispánica, única expresión de fe

IMPULSO/ Redacción
Quintana Roo

La religión prehispánica es concebida como la única expresión de fe -sin importar las diferentes regiones y lenguas utilizadas- lo cual rompe con los paradigmas tradicionales de que las culturas que se desarrollaron anteriormente a la llegada de los europeos adoraban a diferentes dioses, puntualizó el Doctor, Renato Cottini Giroldo, Director del Centro de Investigaciones y Estudios del Sureste Mesoamericano (CIESM)

Después de cinco años de trabajo, el investigador, a través de una exposición iconográfica identificó los rasgos comunes en un 90 por ciento, de los rostros que se consideraban de diferentes deidades y distintas culturas, unificando en torno a la fe al continente entero.

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En el marco del “Primer Encuentro de la Riviera Maya para la Presentación de los Avances en la Investigación de las Culturas Prehispánicas”, realizado en días pasados, Renato Cottini demostró de manera impactante que la fe del mundo mesoamericano tendría orígenes remotos, patentes, a partir de las primeras expresiones de arte público y arquitectónicos que se pueden fechar alrededor del 2 500 A.C.

Al dictar la ponencia: “El Rostro de la Fe”, indicó que, debido al hecho que el sistema de escritura antiguo nació en una región maya-parlante, al mismo tiempo los mayas siguieron utilizando los rasgos como signos de escritura, por lo cual las demás culturas se conformaron con la aplicación de dichos elementos, sin armar su propio sistema.

De aquí se concluye, -dijo- que a través del análisis de decenas de imágenes de piezas arqueológicas que cubrieron todos los períodos, “las diferentes culturas que se extendieron hasta Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia sugieren una homogeneidad panamericana inesperada; por ello, la propuesta de que la religión prehispánica fue de tipo monoteísta”.

La presentación del Director del CIESM rompe con los modelos planteados por siglos acerca de las culturas politeístas mesoamericanas y abre un debate sobre la ahora “cruzada” que las autoridades españolas y eclesiásticas de la época llevaron a cabo contra un continente poblado por culturas que no tenían nada que envidiar a los europeos.