IMPULSO/Margarita Zavala
Toluca
Si hubiera que decidir entre mayor recaudación o mayor crecimiento económico, yo decido por crecimiento económico.
En una entrevista, manifesté que México sí podría reducir el ISR y que estoy de acuerdo con las razones expresadas por dos organizaciones: el IMCO y la COPARMEX. Es deseable que se quite el ISR a la gente de menores ingresos. Una de las propuestas que me han hecho llegar para México es que el que gane menos de 15 mil pesos al mes debería quedar exento de este gravamen.
No es una propuesta económica completa sino una medida que se ha propuesto por distintas organizaciones y que se pueden encontrar buenas razones para hacerlo. Doy cinco.
1. Porque es hora de tomar medidas concretas para aumentar el ingreso de las familias que menos ganan. En el México real, la gente vive una incertidumbre económica por las equivocadas decisiones del gobierno, por la pésima distribución del ingreso. Las familias no saben si van a lograr cubrir el 100% de sus gastos esenciales para fin de mes: la comida, la renta, los gastos escolares. Esto por no hablar de la gente que tiene algún problema de salud y necesita gastar en tratamientos y medicinas (que no llegan a las clínicas). Si se hiciera realidad la eliminación del ISR, alguien que, por ejemplo, tenga ingresos netos mensuales de 13 mil pesos tendría un aumento de sus ingresos por 24 mil pesos al año. Sería un verdadero alivio.
2. Porque la gente sabe mejor qué hacer con su propio dinero que el gobierno. Con esta eliminación, una parte del dinero que no se paga en impuestos podría ir directo al bolsillo de los trabajadores para que les rinda más su quincena. Otra parte podría ir a las cuentas de retiro. Con ello se podría financiar el desarrollo del país por medio de las inversiones que se vuelven posibles con todos esos fondos para beneficio tanto de los ahorradores y de la sociedad.
3. Porque también beneficiaría a las empresas. Este beneficio se daría en dos vías: primero, mediante una reducción de los gastos en nómina; segundo, de manera indirecta, al estimular el consumo de los hogares, elevar la demanda agregada y generar mayor crecimiento económico con la inversión y el ahorro.
4. Porque si se acompaña de recortes al dispendio del gobierno, no afectaría las finanzas públicas. Si esta reducción le exigiera al gobierno recuperar 100 mil millones de pesos anuales, esta cifra puede provenir, por ejemplo, de: eliminar los miles de millones de pesos del “fondo para moches” de los diputados, que no es más que una fuente de corrupción; eliminar o reducir los miles de millones (más de 8 mmdp) que se gasta en financiar a los partidos políticos; eliminar el gasto en comunicación y publicidad; reducir 5% los gastos en servicios personales (nómina y bonos); reducir 10% la renta de edificios y los viáticos.
Esto sin contar los ahorros que generaría un diseño de efectividad del gasto público o el simple hecho de combatir a fondo la corrupción. Además de una disciplina financiera elemental. Claro que no hay margen para reducir el ISR cuando se gasta tan mal el dinero público, cuando se hacen transferencias a gastos inútiles, cuando se permite adquirir deuda sin pedir rendición de cuentas.
5. Porque fortalece a la clase media. Ésta no cuenta más que con muy pocas organizaciones para elevar sus demandas y defender sus intereses. Es momento de pensar en esos millones de mexicanos que trabajan todos los días sin que eso necesariamente les permita hacer realidad sus aspiraciones: ahorrar, rentar una mejor casa o comprarla, comprar un pequeño auto, mandar a los hijos a la escuela, poner un negocio. La clase media es motor de crecimiento de una economía que tiene que innovar, competir y adaptarse. A todos nos conviene un gobierno austero, honesto y eficiente.
DATO
La clase media ha logrado que México crezca a pesar de un Gobierno apagado que prefiere no invertir que trabajar con eficiencia. Un Gobierno está obligado a estudiar siempre las propuestas que permitan un mayor crecimiento, un mayor ingreso a las familias y también un fortalecimiento de la clase media.