IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Si algo caracterizó la séptima gala de “La academia 2018” fueron las emociones de alto impacto que vivieron varios de los concursantes.
Silvia recibió la inesperada visita de sus padres, a los que catalogó como su motor y quienes siempre la han apoyado; las lágrimas se hicieron presentes.
Por su parte, Dalia recibió a su primo, quien ha sido muy importante en su vida y a quien ve como si fuera su propio hermano.
En cuanto al jurado, fue duro como normalmente es cada domingo. A diego le aconsejaron mayor soltura.
“A veces te quedas sin aire, te noté muy plano”, le dijo el juez y cantante Edwin Luna. “El enorme problema que veo es que cuando cantas entras a un laberinto y no sabes salir de él”, agregó Arturo López Gavito.