IMPULSO/Fausto Hernández/Arena Pública
Recaudación Fiscal: autoridades religiosas vs fiscales
Hace algunos años, A. Bannerjee y E. Duflo (“The Economic Lives of the Poor”, Journal of Economic Perspectives. Winter 2007) documentaron que la gente que vive en pobreza extrema distribuye su precario ingreso entre varios rubros como cualquier otra familia, uno de estos rubros es la constante contribución a las fiestas religiosas.
En México, Chávez, Elbittar y Hernández han documentado que la recaudación de impuestos en un conjunto de municipios rurales del Estado de Oaxaca es en promedio 10 veces inferior a aquellas contribuciones realizadas para las fiestas patronales de sus respectivas comunidades, es decir, las autoridades religiosas son más efectivas que las fiscales, ¿por qué?
De manera rápida, uno puede conjeturar que los contribuyentes tienen más confianza en las autoridades religiosas que en la gubernamental. En adición, se podría pensar que el fenómeno de la correspondencia fiscal también ejerce una influencia importante, es decir, la gente que contribuye para la celebración religiosa sabe y, más importante aún, puede verificar el día de la fiesta que su contribución está correspondida con el arreglo de la iglesia y la provisión del mole y el mezcal. Por el contrario, cuando pagan impuestos, lo único observable y verificable es el mal estado de la infraestructura o la mala calidad de la educación o de los servicios de salud (si es que existen ambos en la comunidad).
Alternativamente, esto puede interpretarse como que la presión social que ejercen las comunidades como mecanismo coercitivo es más efectiva que los instrumentos (castigos con baja probabilidad de ocurrencia) del aparato recaudador mexicano. Finalmente, existe una “motivación intrínseca” à la Kahneman, en donde no hay incentivos y, en este caso, sólo la fe sería el motor.
Mediante un diseño experimental llevado a cabo en comunidades rurales de Oaxaca, Chávez, Elbittar y Hernández intentan validar la hipótesis de correspondencia fiscal y confianza en las autoridades. Sus resultados sugieren que la disposición a contribuir aumenta cuando el bien a financiarse es observable por el contribuyente y, segundo, que el nivel de confianza fiscal es equivalente entre la autoridad fiscal y el otro agente recaudador, como lo es el mayordomo en las comunidades rurales mexicanas, siempre y cuando el bien sea observable y tangible. Esto es, la correspondencia fiscal es un instrumento muy importante para explicar el nivel de cumplimiento en el pago de contribuciones, sean fiscales o de otra naturaleza.
Este fenómeno podría explicar en parte por qué México es un país que presenta una de las recaudaciones más bajas del hemisferio occidental, sólo por arriba de Haití. En efecto, en promedio, la recaudación tributaria promedio de los últimos 30 años apenas rebasa los 10 puntos porcentuales como proporción del PIB, cifra muy por debajo del promedio de los países que conforman la OCDE, cuyo promedio se ubica en alrededor de 34 por ciento.
El resultado del experimento llevado a cabo por Chávez es consistente con distintas encuestas de percepción, por ejemplo, con la encuesta llevada a cabo por Buendía y Laredo y encargadas por el Sistema de Administración Tributaria mexicano, Casar concluye que “la mayoría de las personas siguen mostrando altos niveles de ignorancia respecto a los productos gravados y sobre la tarea de cobrar impuestos siguen percibiendo al régimen fiscal como injusto, continúan pensando que sus impuestos no corresponden a los servicios que reciben y persiste una muy baja percepción de riesgo y castigo por el incumplimiento de sus obligaciones tributarias”.
DATO:
En suma, este experimento es el primero en proveer a México evidencia de que la falta de correspondencia fiscal es uno de los elementos más importantes en explicar el incumplimiento del pago de contribuciones en México. Esto podría explicar el fracaso de los intentos de llevar a cabo reformas fiscales profundas en el país.