IMPULSO/ Edición Web
Europa
El Real Madrid recibe este domingo al Barcelona en el clásico español de la 33ª jornada de la Liga, cuyo resultado podría dejar decantada decisivamente el campeonato si los blancos consiguen imponerse.
Los blancos, líderes de la Liga con 75 puntos, aventajan en tres unidades a los azulgranas (72), segundos, a falta de seis jornadas para el final del torneo, por lo que una victoria le pondría muy de cara el triunfo final.
“Por la proximidad del final de campeonato es una jornada decisiva. Esta vez sí que va a ser un clásico de los que puede sentenciar o casi sentenciar la liga o dejarla muy abierta”, dijo este sábado el técnico barcelonista Luis Enrique en la rueda de prensa previa al partido.
EL CLÁSICO, UN PARTIDO DETERMINANTE
Una derrota de los azulgrana les mantendría con opciones matemáticas, pero en una delicada posición ante un equipo blanco, que tiene un partido menos y concede muy poco.
“No creo que haya ningún equipo en el mundo que hasta que no se pierda un campeonato de manera matemática lo dé por perdido, no lo vamos a hacer nosotros, pero si es cierto que por la cercanía del final de temporada puede ser un partido determinante”, añadió Luis Enrique.
El encuentro llega además después de la dolorosa eliminación en cuartos de final de la Liga de Campeones el miércoles ante la Juventus, aunque Luis Enrique lo consideró un estímulo para superar este tropiezo el ir a jugar al Bernabéu.
En Madrid, los barcelonistas no podrán contar con uno de los componentes de su famosa ‘MSN’, el brasileño Neymar cumplirá el segundo de sus tres partidos de sanción en Liga, por lo que el dúo Leo Messi-Luis Suárez será a priori el encargado de intentar perforar la portería de Keylor Navas.
El argentino, máximo goleador de la Liga Española esta temporada con 29 goles, seis más que su compañero charrúa (23) y diez más que su rival Cristiano Ronaldo (19), tendrá la oportunidad el domingo de llegar a los 500 goles en partidos oficiales con el Barcelona si marca los dos goles que le separan del récord.
Messi podrá, además, seguir defendiendo su posición como máximo goleador en los clásicos con 21 tantos, aunque no ha vuelto a marcar al Real Madrid desde hace tres años.
A excepción de Neymar, Luis Enrique, que vivirá su último clásico al frente del Barcelona, podrá contar con sus demás estrellas para un partido crucial, al que el Real Madrid llega con la moral por las nubes. Mediotiempo.com