IMPULSO/ Argentina Casanova
Los incendiarios hijos del patriarcado
¿Qué tienen en común un hombre de 20 años de edad en Alemania y un joven de 22 años en un municipio de Zacatecas? Ambos cometieron feminicidio contra mujeres cercanas. En el primer caso, su pareja y, en el segundo, una hermana. Debido a la crueldad y la saña, acapararon la atención de los medios de comunicación con coberturas que hicieron énfasis en la forma en que fueron cometidos ambos casos de feminicidio.
Cuando un concepto de la Sociología, la Antropología o la Psicología se vuelve de uso común y necesario para entender un fenómeno social, también es indispensable incorporarlo para su comprensión en el sistema judicial.
Los argumentos más reticentes por parte de quienes operan la justicia para incorporar el tipo penal de feminicidio o de mirar los contextos de la violencia contra las mujeres, se basa -la gran mayoría de las veces- en la dificultad para aceptar que las leyes tienen algo que ver con el “patriarcado” o “control y sometimiento”, “género”, “desigualdad y violencia estructural”, entre otros temas sociales.
Pero el tema es mucho más complejo aún, allí están los medios de comunicación que construyen y difunden sus coberturas desde narrativas violentas que criminalizan y hacen apología a la violencia y que también se convierten en una forma de extensión de la violencia contra las mujeres; o los discursos naturalizados a través de la publicidad y la mercadotecnia, que en un país feminicida como México, intentaron defender bajo los argumentos de la libertad de expresión, que un cantante presentara un video en el que un sujeto encajuelaba a su esposa para después prenderle fuego.
¿Cuántos casos de feminicidio se han cometido con esas características? Muchos más de los que quisiéramos, y aun así hubo quienes dijeron que “las locas feministas exageraban”.
Pero volviendo a la pregunta ¿qué tienen en común estos dos hombres, cuyos actos feminicidas conmocionaron a las sociedades donde se registraron? En el caso de Alemania, el joven engañó a su novia, quien tenía 8 meses de embarazo, y le dijo que irían a comprar ropa; en el segundo, no se conocen más detalles pero se supo que el hermano de la víctima “reaccionó de manera violenta” porque la joven de 25 años estaba embarazada.
En ambas situaciones, las mujeres eran jóvenes de menos de 30 años de edad y estaban en su octavo mes de embarazo. La joven alemana fue llevada a un bosque donde fue acuchillada y posteriormente le prendieron fuego. La mexicana, discutió con su hermano quien decidió rociarla con gasolina y prenderle fuego.