Diciembre 24, 2024
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“Quemadores de grasa”, todo lo que necesitas saber

IMPULSO/ Israel Guevara
Toluca
Es muy común que aquellos que desean perder peso, tener una figura esbelta o un cuerpo definido recurran a consumir este tipo de productos, los cuales resultan muy útiles pero, ¿a cuestas de qué?

Primero que nada hay que saber qué son, y no son otra cosa más que estimulantes del sistema nervioso central, que provocan los siguientes efectos; dilatación de las pupilas, aumento de la frecuencia cardíaca, estimular la liberación de la grasa corporal hacia la sangre para que sea utilizada como energía (a esto se le llama “quemar grasa”), mejorar la concentración, por mencionar algunas. ¿Y esto a que se debe? Se debe a que sus componentes son moléculas idénticas a la adrenalina, como la cafeína, teína, mateína, yohimbina, efedrina, etc. Las cuales son derivadas de plantas y hasta aquí todo va bien.

Ahora bien, existe un serio problema y es que usualmente se piensa que este tipo de productos son suplementos alimenticios e incluso así se venden, pero no es así. Como vimos son sustancias derivadas de plantas y esto no lo hace un suplemento alimenticio, lo hace un suplemento deportivo, cuya finalidad es mejorar el rendimiento deportivo y nada más. Otra de las más grandes desventajas es la desregulación que existe en este tipo de productos, y hoy en día hay suficiente evidencia que dichos suplementos llegan a tener anfetaminas o derivados, otro tipo de estimulantes prohibidos por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), metales pesados, o en el mejor de los casos simplemente placebos.

Con esto, resulta inútil leer las etiquetas de estos productos, ya que no existen regulaciones que pretendan garantizar que lo que dice la etiqueta lo contenga o bien que no contenga ciertos ingredientes, y esto puede conllevar a desarrollar graves problemas como dependencia o adicción, ataques de ansiedad, taquicardias o arritmias cardíacas, daño hepático y demás consecuencias que a largo plazo nos pueden a provocar, además de ser un gasto económico inútil e innecesario para la gran mayoría. Algo que resulta muy curioso es que en sus etiquetas dicen ser de grado farmacéutico, pero ningún producto que no esté dentro del Diccionario de Especialidades Farmacéuticas (PLM) es de grado farmacéutico, y estos no son la excepción.

Lo recomendable entonces sería obtener estos efectos a partir de té verde, café, hierba mate o chocolate amargo, ya que además de contener las sustancias antes mencionadas contienen muchas más propiedades y beneficios, por un costo menor y un delicioso sabor. Así que les mencionaré algunos consejos para hacerlo además de forma saludable.

Para obtener los efectos mencionados es necesario tener una dosis efectiva (no más, no menos), la cual va de 250-300mg (cafeína, teína, etc.), la cual se puede obtener con; 2-3 tazas de café americano al día (de grano, no soluble), 3-4 tazas de té verde, 1 pieza de 10g de chocolate amargo (90-100% cacao), o bien de 2-3 tazas de hierba mate (con un puñito de hierba seca por taza) si es que consumes únicamente esa bebida a lo largo del día, o bien, puedes combinar por ejemplo 1 taza de café, 2 tazas de té verde y una pieza de chocolate amargo o como a ti te sea mejor.

Además, es importante descontinuar su consumo de manera frecuente, de 3-4 semanas con dicha dosis y por 1 semana disminuir su consumo o de preferencia evitarlos y después repetir el ciclo.

Y lo más importante, esto tiene que ser siempre y cuando hagas ejercicio de manera regular y constante, no esperar a “quemar grasa” de manera milagrosa, para que todo esto ocurra se necesita un estímulo y ese estímulo es mediante el ejercicio.

No consumas este tipo de suplementos sin antes acudir a un profesional, o si tienes historial o riesgo de alteraciones cardíacas, siempre asesórate con un experto y no te dejes guiar por la mercadotecnia o publicidad, tu salud es lo más valioso que tienes, así que cuídala como se merece.

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Nutriólogo y apasionado estudiante de nutrición, emprendedor y visionario por convicción, amante del ejercicio físico y enemigo público de la desinformación.