La incredulidad ante el Covid 19
David Arellano Ortega
A lo largo de esta pandemia… Que primero se veía reflejada en otros países y posteriormente en el nuestro, me ha llamado mucho la atención el grado de incredulidad de una parte gran parte de la sociedad.
Mucho tenemos que agradecerle a dos factores, a las “fake news” o noticias falsas y otro tanto a las propias instancias de gobierno que no son muy claras desde el principio sobre lo que pasa en realidad.
Es normal que a los 3 niveles de gobierno no les crean en su totalidad, derivado de la, no mala, malísima estrategia de comunicación gubernamental ¡Con todo respeto! y lamentablemente ninguno se salva, podría decirse o pensar que son realmente novatos en la materia, pero este tema me gustaría abordarlo en la siguiente entrega y con mayor profundidad.
El gran porcentaje de incredulidad de la sociedad con respecto al Coronavirus es alarmante por dos razones:
La primera por que al no creer que la enfermedad es real, muchos ni se cuidan, protegen y andan en la calle como si nada y que a su vez, son contagiados y ellos mismos contagian a más personas.
Mucho del porque los contagios andan en el cielo, es por esta causa, que muy a pesar de que el gobierno federal informe todos los días, podríamos pensar, que lo que nos dicen es sólo el 30% en números de lo que en realidad sucede, no hay que encontrar el hilo negro o inventar el agua hervida para darnos cuenta, la saturación de hospitales públicos y ahora también los privados son una clara señal de lo que sucede realmente y si a eso le sumamos que fábricas de bolsas para cadáveres piensan entregar por lo menos 20 mil de ellas, esté es apenas el primer pedido, échele cuentas más o menos el gobierno tiene estimados que vayan a fallecer.
Y si a eso le sumamos, que al principio de la pandemia empezaron a surgir comentarios y videos en youtube, facebook y twitter que describían distintas conspiraciones, desde las económicas entre países por controlar en mercado global, contagios premeditados por empresas que ya tenían la vacuna, hasta que todo esto pasa a nivel mundial para que México tuviera perdidas millonarias y los demás países tuvieran ventajas, ¡Qué Chulada! Como si nuestro país fuera de las primeras economías del mundo, llegando hasta las más ridículas como que era una cortina de humo como el chupacabras del 94, con la intención de que el gobierno actual se robara la lana con sus aliados, de esto último no puedo decir que no vaya a suceder, pero tampoco que sí, eso lo dejémoslo al tiempo, cuando vayan saliendo datos sobre quienes fueron las empresas que proveyeron de insumos durante la pandemia y a que costo, incluso una más ridícula donde narran que a través de la vacuna que en su momento habrá contra el Coronavirus contendrá nanobots que nos controlarán a través de las antenas del 5G.
Lo terrible por el momento es que los gobiernos al ver este tipo de información no actuaron en consecuencia y cuando lo hicieron fue demasiado tarde, mientras el rumor y la desinformación lleno el pensar de la sociedad mexicana. La máxima en comunicación es que “una mentira repetida mil veces, se vuelve verdad” y es lo que está sucediendo.
Las autoridades creyeron que no iba a trascender, lamentablemente la gente, la sociedad menos informada, que son los más, le han creído al cualquier hijo de vecino que sube un video a las redes sociales digitales; personas que no tienen ningún mérito para poder hablar al respecto, ni social, por experiencia y ya ni digamos profesional.
Esta es la sociedad que lamentablemente cree todo, menos lo importante, ¡Qué Chulada!, desgraciadamente la opinión cambia en la mayoría, cuando alguien cercano o de la familia muere a causa del Covid 19 y en algunos casos, muy lamentables, ni así creen y le atribuyen el deceso a otra enfermedad con tal de seguir teniendo la razón.
A muchos de ellos no los cumplo, después de varios gobiernos donde han sido engañados año tras año, gobierno tras gobierno, llega el momento que a la gente ya no sabe que creer, lamentablemente ningún partido político se salva, ¡Qué Chulada!
Nos saludamos en Facebook… ¡Qué Chulada!
