IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Conocer el Reglamento de Tránsito cuando un elemento te detiene es crucial para poder actuar de la mejor manera e incluso, poderte evitar alguna sanción. Las prácticas indebidas por parte de los agentes de tránsito pueden hacerse presentes y conocer la información necesaria te puede permitir fundamentar tu posición de la manera más efectiva.
Es importante que recuerdes algo: Que mientras los funcionarios sólo están facultados a hacer lo que expresamente les permite la ley, los particulares –como tú y yo– podemos hacer todo lo que no esté prohibido. Así que si sabes lo que dice el reglamento, podrás actuar mejor contra cualquier eventualidad.
Te debe detener un agente de tránsito. No un policía bancario. No un agente de seguridad pública, a menos de que éste último te esté deteniendo por haber cometido un hecho de tránsito, el cual consiste en “un evento producido por el tránsito vehicular, en el que interviene por lo menos un vehículo, causando daños materiales, lesiones y/o muerte de personas”, según señala el Reglamento de Tránsito de la CDMX. Si no es así, muy probablemente te detenga por otro fin que no será precisamente legal.
“Los otros policías de seguridad pública pueden intervenir cuando hay daños materiales o lesiones a personas o algún incidente relacionado con seguridad pública y regulación cívica, un hecho de tránsito. Te puede parar sólo si te para en flagrancia en alguna infracción de este tipo, relacionadas con seguridad o daños materiales”, explica Carlos del Razo, maestro en Derecho y Política Ambiental. Por supuesto, si un elemento de seguridad pública, debes detenerte. Pero el único que puede multarte por una violación al reglamento es un agente de tránsito y te va a sancionar con un aparato electrónico destinado a ese propósito. Si un elemento de seguridad pública te detiene, lo que debes hacer es argumentar –de manera muy educada– que no está en facultades para ello.
PONTE ABUSADO
“Amablemente le dices al oficial que carece de competencia y, en el sentido estricto, te podrías ir, no atropellaste a nadie ni chocaste ningún coche”, sostiene el especialista. Por supuesto, éste es el escenario utópico. Pero en la realidad, muy probablemente tengas que quedarte porque el elemento de seguridad pública hará tardado el proceso (esperando alguna gratificación por parte tuya) y si no lo consigue, llamará a un agente de tránsito para que te sancione.
“Hay que decirlo, el modus operandi de corrupción de los funcionarios de seguridad pública es pedirle dinero a la gente, en realidad ellos carecen de competencia para levantar infracciones. Pero en la realidad puede ocurrir que llame al agente de tránsito para que te infraccione”, explica Carlos. Tip: Hay una lista de agentes de tránsito facultados para infraccionar que puede consultarse en internet con sólo ingresar el nombre del elemento.
Se tiene que identificar. Según el artículo 59 del Reglamento de Tránsito de la CDMX en el que se explica cómo debe proceder el agente de tránsito, éste tiene que indicarte que detengas el vehículo en un lugar adecuado y preferentemente cercano a cámaras de video vigilancia. Reportará de forma inmediata vía radio el motivo por el cual te detiene, así como tu matrícula para ver si tu coche no es robado. Se tiene que identificar con su nombre y número de placa y te tendrá que decir la infracción que cometiste mostrándote el artículo del Reglamento que lo fundamenta, así como la sanción a la que te haces acreedor.
Sí te puede solicitar los documentos. Muchas veces se ha dicho que con mostrarlos basta, pero el Reglamento no lo dice así, sino que sostiene que el agente solicitará al conductor la licencia para conducir, la tarjeta de circulación y en su caso, la póliza de seguro de responsabilidad civil, la cual tendrá que estar vigente. Estos documentos “serán entregados para su revisión”. Si no lo entregas, el agente puede sancionarte.
Pero te los tiene que regresar. “El reglamento no prevé que se quede con los documentos. Muchas veces amagan con eso cuando les das los documentos y están buscando mordida, pero el reglamento no lo prevé y ellos sólo pueden hacer lo que está expresamente en la ley”, explica el abogado. Después de esto, el agente procederá a llenar la boleta de sanción y te dará una copia. Después, tiene que regresarte tu documentación, en el caso de que ésta sea vigente y corresponda a tu auto, si no, te puede sancionar también. Si lo insultas o denigras, te puede sancionar y si continúas, puede incluso remitirte al juez cívico.
No todas las multas prevén el arrastre al corralón. Si te pasas un alto o si te das una vuelta indebida, la ley no prevé que tu auto sea remitido al depósito vehicular. En cambio si circulas por una vía de transporte público sí, te haces merecedor de la multa además del arrastre al corralón. Hay otras faltas –y es una larga lista– que te hace acreedor a este arrastre, entre éstas que circules sin el holograma ni la constancia de verificación vehicular vigente o que circules un día que no te toca. Si le pones a tu auto dispositivos similares a los utilizados por vehículos de emergencia, o publicidad o cromáticas iguales o similares a las del transporte público o de seguridad, también te haces acreedor al arrastre de la grúa. Pero no todas las infracciones lo ameritan y es necesario que lo sepas. “Es una gran diferencia saberlo porque cuando te dicen que tienes que esperar a la grúa es justo el momento en el que te quieren sacar dinero. Diles que te levanten la infracción y ya”, explica el especialista.
Tienes derecho a pagar las multas con descuento. No dejes que ningún agente de tránsito te diga que si no haces tal o cual cosa no podrás pagar tu multa con descuento, porque puede ser una estrategia para obtener algo. Nadie puede quitarte ese derecho. La ley (en el artículo 62) sostiene que el infractor tendrá un plazo de treinta días naturales contados a partir de la fecha de emisión de la boleta de sanción para realizar el pago, teniendo derecho a que se le descuente un 50% del monto de la misma. A veces incluso si pagas con buen tiempo podrás obtener un descuento mayor. “Seguramente te va a salir en menos que las cuentas locas que el agente te hace para pedirte mordida. La multa puede salirte más barata que lo que le ibas a dar al policía y por supuesto, no incentivas este tipo de prácticas”, sostiene el abogado. Piensa que al pagar una multa el dinero que pagues (con suerte) se irá a cubrir el bache de tu calle y no al bolsillo de un agente de tránsito.