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Madrid/Berlín
El expresidente catalán Carles Puigdemont comparecerá este lunes ante un tribunal alemán, en el inicio de un proceso legal para su posible extradición a España, tras una noche de protestas en Cataluña que se saldó con medio centenar de heridos.
Puigdemont fue detenido el domingo en el norteño estado alemán de Schleswig-Holstein, cinco meses después de autoexiliarse para evitar comparecer ante los tribunales españoles que lo acusan de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos, delitos que podrían acarrear hasta 25 años de cárcel.
El exlíder catalán, que fue cesado en octubre por el Gobierno español, entró en Alemania procedente de Dinamarca tras abandonar el viernes Finlandia, donde asistió a una conferencia y donde se preveía que podía ser arrestado para iniciar el proceso de extradición solicitado por España.
Una manifestación contra su detención el domingo, en la que participaron decenas de miles de personas en varios puntos de Cataluña, derivó en enfrentamientos con la policía. Las imágenes de televisión mostraron a algunos manifestantes ensangrentados durante los choques en Barcelona. Tres personas fueron detenidas y 50 sufrieron heridas leves, dijo la policía.
El Tribunal Supremo procesó el viernes a 25 políticos catalanes por delitos que incluyen rebelión, desobediencia y malversación de fondos públicos. El juez reactivó, además, las órdenes de arresto internacional contra Puigdemont y otros cuatro políticos que se autoexiliaron en 2017.
Puigdemont comparecerá el lunes ante el Alto Tribunal Regional en Schleswig-Holstein, donde un juez decidirá si le mantiene bajo custodia, iniciando un proceso legal para estudiar la solicitud de extradición que probablemente se prolongue varias semanas.
El exlíder catalán, que se había afincado en Bélgica tras abandonar España, no prevé pedir asilo político en Alemania, dijo su abogado, Jaume Alonso-Cuevillas, a la televisión catalana el lunes.
Parece poco probable que Puigdemont encuentre apoyos entre los políticos alemanes, que se han puesto mayoritariamente de parte del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que cesó al Ejecutivo catalán, tomó las riendas de la región y convocó elecciones tras la declaración unilateral de independencia de octubre. EL FINANCIERO
