Guillermo Sheridan
Esta falacia se ha convertido en una proclama que AMLO repite más que de costumbre en fechas recientes. Cualquier discordia, rozón o problema se arregla diciéndola con los ojos fijos en un pueblo bueno y teóricamente unánime que es racional por decreto.
Claro, desde Aristóteles y Platón —tan escépticos ante la democracia—, se entiende que esa razón es sólo parte del asunto, pues es una razón que debe convertirse en instituciones encargadas, por ejemplo, de vigilar que la “razón” no incluya a la tiranía.
El problema es cuando los políticos presumen no sólo que el pueblo es racional siempre y por principio, sino que su razón, por el hecho de emanar del pueblo, es una razón virtuosa.
El empleo de la frase se multiplica en los discursos de AMLO a partir de las histéricas maromas que los políticos ejecutan para caer parados en su corazón, graduarse de pueblo y empezar a tener razón.
Son muchos los casos ridículos, pero el más gracioso es el de Félix Salgado Macedonio. Este fénix Macedonio militó en el PRI varios años y no tenía razón. Luego, se pasó al PRD varios años, y tampoco tenía razón. Y luego ya tuvo, y listo.
La historia es ésta: el sábado 28 de octubre de 2017, el pueblo del Estado de Guerrero, afín al partido Morena (es decir, “el pueblo”) cayó en la cuenta de que se hallaba ante un problema excepcionalmente complejo: ¡no tenía coordinador!
La manera de solucionar el problema consistió en hacer uso de la razón y crear una “coordinadora” para elegir racionalmente a un coordinador razonable.
Usando la razón, el pueblo creó entonces la “Coordinadora Pro AMLO”. Acto seguido, el pueblo se dijo racionalmente, “pero, ¿y quién va a ser el coordinador de nuestra coordinadora?”.
Y ahí va de nuevo el pueblo a hacer uso de la razón y preguntó por aquí y por allá, muy racionalmente, quién debería ser su coordinador racional.
Y entonces el Pueblo con mayúscula le mandó decir que, racionalmente hablando, tenía que ser Macedonio. Y el pueblo de la Coordinadora se quedó asombrado por la enorme cantidad de razón que tuvo el Pueblo.
Supongo que no habrá faltado quien, haciendo uso de la razón, habrá dicho: “Pero, ¿cómo vamos a nombrar coordinador a uno que milita en el PRD y no en nuestro Morena?” Y bueno, el que dijo eso —en tanto que pueblo— pues tenía razón.
Pero la voz del Pueblo, que es más racional que el pueblo, habrá respondido que no importaba, que debía ser Macedonio porque así lo dispuso el Pueblo, y el Pueblo siempre tiene la razón.
Arreglado racionalmente el dilema, la recién creada “Coordinadora Pro AMLO” fue a buscar a Macedonio para invitarlo a ser su coordinador ese mismo sábado 28.
Y Macedonio recibió a la “Coordinadora Pro AMLO” que lo invitó a ser su coordinador, y se manifestó extrañado, siendo del PRD, pero de inmediato consultó a la razón, y la razón le ordenó escuchar al Pueblo y entonces aceptó de inmediato, razonadamente.
Al día siguiente, domingo 29, Macedonio se alió a Morena, no sin declarar que “ha sido muy doloroso” dejar a su previo partido, el PRD, que como no es el pueblo no tiene la razón.
Pero como ser coordinador estatal de Morena, por usos y costumbres populares, implica convertirse en senador, el dolor amainó pronto.
Ese mismo día 29 resultó que, sin que nadie lo supiera, el Comité Ejecutivo de Morena había realizado una encuesta racional secreta de opinión popular para escoger al coordinador del pueblo de Guerrero.
Y en esa encuesta habló el Pueblo, que dijo “Macedonio” y siempre tuvo la razón.
Unos elementos de Morena difícilmente ocultaron su escándalo. Uno de ellos, el doctor en derecho Amílcar Sandoval Ballesteros —que había dejado al irracional PRD para sumarse a AMLO mucho antes que Macedonio, y que estaba seguro de que el Pueblo iba a elegirlo racionalmente— dijo no sólo desconocer cuándo se había hecho la tal encuesta racional, sino que él estaba organizándola para el mes siguiente.
El pobre hombre —que al parecer no sabía cómo administra el Pueblo la razón— quedó bastante maltrecho.
Años de lealtad y servicio y nada: lo derrotó racionalmente uno que ni siquiera era de Morena y sale en películas de narcos Y es que si el pueblo siempre tiene la razón, el líder del pueblo no tiene más razón, pero sí más razones.