IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Tras los ensayos acústicos y de vibración completados en marzo, el telescopio espacial “James Webb” (JWST) está siendo sometido a una detallada inspección “en oscuridad” en una de las salas limpias del Centro de vuelo espacial Goddard de la NASA.
Se trata de un tipo especial de examen visual que permite detectar cualquier forma de contaminación. El uso de brillantes luces UV y LED blancas facilita la búsqueda de contaminantes en el interior de una sala limpia en la que se ha apagado la luz para aumentar el contraste.
Debido a la baja iluminación, la fotografía tuvo que tomarse con un tiempo de exposición más largo de lo normal. Por eso, los técnicos presentan un aspecto fantasmagórico al moverse por la sala.
La imagen muestra el espejo primario del telescopio, recubierto de oro, que tiene un diámetro de unos 6.5 m una vez desplegado. Está formado por 18 segmentos hexagonales que funcionan como un único y gigantesco espejo de tecnología punta.
Para poder entrar en el Ariane 5 que lo enviará al espacio, algunos de los segmentos tendrán que plegarse para luego abrirse en órbita.
A finales de abril, el telescopio y los instrumentos saldrán del Centro Goddard de la NASA, en Maryland, hacia el Centro Espacial Johnson de Texas, donde pasarán el verano sometiéndose a los ensayos finales a temperaturas criogénicas.
El telescopio espacial James Webb es un proyecto conjunto de la NASA, la ESA y la agencia espacial canadiense CSA, cuyo lanzamiento está previsto para octubre de 2018 desde el Puerto Espacial Europeo de Kourou, Guayana Francesa.