IMPULSO/ Aída Díaz del Río
Toluca
Los protocolos de actuación para quienes imparten justicia permiten una tutela efectiva de los derechos humanos y garantizan las condiciones mínimas para que puedan garantizarse, por lo que deben ser aplicados de la forma más apegada posible, consideró la magistrada María del Refugio Elizabeth Rodríguez Colín.
Durante su participación titulada “Protocolo en la tutela de Derechos Humanos” en el Coloquio de Derechos Humanos organizado por la Unidad de Igualdad y Derechos Humanos del Poder Judicial del Estado de México, la Magistrada Presidenta de la Segunda Sala Colegiada Penal de la Región Texcoco comentó que, sin ser necesariamente leyes, los protocolos son herramientas que impiden violaciones a los derechos humanos, desvelan omisiones, actuaciones negligentes y combaten la impunidad.
Cuando estos protocolos no se aplican de una manera técnica adecuada, cualquier servidor público puede incurrir en un delito, sobre todo si se trata de ilícitos cometidos en contra de mujeres como violencia obstétrica, institucional, laboral o cuando se trata de un feminicidio, señaló la magistrada María del Refugio.
Además – dijo Rodríguez Colín- existen protocolos internacionales como el de Estambul para casos de tortura y el de Palermo para atender casos de trata de personas, de igual manera, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha publicado este tipo de guías de actuación, cuando los casos involucran menores, personas con discapacidad, migrantes, orientación sexual e identidad de género y malos tratos o tortura.
La magistrada destacó que acudir a dichas herramientas en la función jurisdiccional permite que los derechos humanos sean vigentes y favorecen la tutela efectiva de los mismos, una prioridad de la legislación mexicana.