Noviembre 5, 2024
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Protesta juvenil por cambio climático

IMPULSO/ Enriqueta Cabrera

Columnista

El primer gran movimiento social y mundial contra el cambio climático sacude, simultáneamente a 100 países, miles de ciudades, decenas de millones de adolescentes y jóvenes realizan marchas y huelgas decididos a hacerse escuchar y a tomar el relevo para defender la vida en el planeta.

Critican la inacción o la acción limitada e ineficiente de las generaciones anteriores que provocaron el calentamiento global del planeta que puede desembocar no sólo en grandes tragedias sino en el fin de la humanidad: los adolescentes y jóvenes toman la delantera, conscientes de que será su generación la que sufrirá las peores catástrofes, salieron a las calles con huelgas escolares, decididos a luchar y a tomar el relevo de quienes no hacen lo necesario para detener el cambio climático: El Acuerdo de París, estableció que el calentamiento no debería rebasar los 2.0 grados C, e incluso el 1.5 grados, pero ahora resulta que se espera llegue al 3.5. Las protestas tienen lugar en Suecia, Australia, Japón, India, Corea, Finlandia, Italia, Francia, Bélgica, Suecia, Gran Bretaña, Argentina… La convocatoria a la protestas de este viernes 15 de marzo se hizo a través de redes sociales, las imágenes de las protestas se reproducen en las redes y en la prensa.

La fuerza con que inician las protestas, apunta hacia un movimiento sin precedente y que recuerda la movilización estudiantil del 68 contra el autoritarismo y por la democracia. Lo que está en juego ahora es la supervivencia de la humanidad, las catástrofes naturales cada vez más frecuentes y más destructivas de incendios, huracanes, tornados, terremotos, maremotos, extinción de especies, deshielos en los círculos polares, aumento del nivel de los océanos, tormentas de enorme capacidad destructiva en todo el planeta, sequías, crisis del agua, hambrunas sobre todo en los países o continentes más pobres ubicados en África, en Asia, en América Latina. Las catástrofes han comenzado ya, no son cosa de mañana o de que puedan o no existir, ahí están y cada vez serán mayores y más destructivas, afectando la vida de millones de personas. Las actividades humanas podrán provocar la extinción de la especie e incluso del planeta. La generación de jóvenes hoy serán las primeras víctimas.

“Nosotros enfrentamos la mayor crisis existencial de la humanidad, en la que se juega su supervivencia”. “Crisis que ha sido ignorada por ustedes, los que la han ignorado, sabemos quiénes son”. Los jóvenes reclaman, se movilizan, levantan la voz en Tokyo, en Japon, en Australia, lo mismo que en Argentina, en India, en Bélgica, en Alemania, en Gran Bretaña, o Francia… Afirman que esta jornada es sólo el principio, que continuarán las huelgas del viernes porque “es más importante luchar por el futuro que perder un curso”. Para dimensionar el tamaño de la movilización en el mundo, sólo habría que recordar que Naciones Unidas está integrada por un total de 192 países y que las primeras marchas, las protestas, tuvieron lugar en 100 países o 125 según distintas fuentes. El movimiento inició su primera movilización apenas el 22 de febrero, destaca el hecho de que en general son mujeres las que ocupan la vanguardia. El llamado “viernes por el futuro” se inició por adolescentes suecos hace apenas unas semanas. Uno de los reclamos más fuertes y generalizados es: “Ustedes destruyen nuestro futuro”, clara culpabilización de las generaciones que los antecedieron.

Destaca el liderazgo de una joven de 16 años, Greta Thunderbert, nacida en Ecostolmo, Suecia, activista decidida y líder reconocida por el movimiento social de los jóvenes por el clima, quien ha sido propuesta por diputados y políticos como candidata al Premio Nobel por la Paz este año. Greta estuvo en la Cumbre del Clima en Polonia donde dijo a los asistentes, “Ustedes no son lo suficientemente maduros para decir las cosas como son… dicen que aman a sus hijos pero, además de todo, les están robando el futuro ante sus propios ojos”. En la Cumbre de Davos, Greta también se hizo escuchar, su intervención fue incómoda para dirigentes internacionales. “Los adultos dicen que hay que dar esperanza a los jóvenes. Yo no quiero su esperanza, quiero que empiecen a entrar en pánico, la casa se está quemando”. Greta también asistió a la Cumbre de Naciones Unidas en Nairobi sobre Cambio Climático. Ahí, el malestar y la determinación de los jóvenes, por levantar un movimiento mundial, estuvo presente.

En París, los jóvenes huelguistas por el clima fueron 40,000 según los organizadores, 29,000 según la Prefectura, y 187,000 en toda Francia que levantaron alto la voz al grito de: “Y uno, y dos, y tres grados. Es un crimen contra la humanidad.” (Periódico Liberation, Francia). Se referían al calentamiento global al alza, con 3.5 grados centígrados.

En total se considera que hubo 1,600 protestas en 125 países como se previó para esta jornada de huelga. Los jóvenes clamaron: “Uno tiene la impresión que todo mundo sabe la catástrofe que viene pero nadie hace nada:” (Diario Liberation).

Un importante movimiento mundial está iniciando. Los jóvenes quieren asegurarse de que los adultos escuchen su mensaje. Porque hay inacción al nivel que se requiere y diques de resistencia de quienes niegan lo que es ya visible, así como las investigaciones científicas que desde hace años advierten la catástrofe para la humanidad. Son los jóvenes los que toman voz. Y las redes su forma de comunicación organizativa.