IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
¿Habrá sangre? Sí, y mucha, responde el cineasta Ulises Guzmán. ¿Cuerpos desmembrados?, también, se apresura a decir, guardando más información.
Así será la versión cinematográfica de La confesión del caníbal, obra que lleva dos años montándose en foros alternativos y se ha colado a Nueva York y Londres.
Escrita y protagonizada por Sergio Rüed, la obra original sigue a Enoc, un joven antropófago que pretende tomar por confesionario las tablas del teatro, con la intención de purgar y limpiar su conciencia a través de la palabra.
“Es un personaje como de vendedor de sueños, de estos que le dicen al público cómo elevar su autoestima y, mientras va contando su biografía donde dice es hijo de un payaso asesino y de una mujer que lo abandonó, cuenta cómo se volvió caníbal”, comenta Guzmán en un descanso del rodaje.
“Hay sangre, por supuesto y un suicidio masivo, por ejemplo”, agrega el egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC).
El también director de Alucardos y Malapata comenzó grabaciones de la cinta hace ocho meses, como un falso documental.
Sin apoyos gubernamentales, pero sí con la colaboración de amigos, la producción está valuada en 5 millones de pesos.
“Por goteo hemos ido consiguiendo cosas, como escenografías naturales por ejemplo el Museo de Cera de la policía”, detalla el cineasta.
¿Casualidad? El acercamiento de Guzmán con La confesión del caníbal se dio gracias a que su automóvil se descompuso.
Iba a Cineteca Nacional cuando el vehículo ya no dio más y en eso vio un cartel donde se anunciaba la obra en ese momento.
Compró el boleto, entró al foro y quedó sorprendido.
“Era como de terror y había de temas que a mí me son afines, como esta parte de hablar de un sistema (político y social) y al final me quedé a platicar con este cuate (actor)”, narra.
“Básicamente se trata de una comparación de lo que es el canibalismo con el capitalismo en la cual este personaje se confiesa cínicamente de todo”, apunta.