IMPULSO/ Edición Web
Nueva York
Las pequeñas ruedas giratorias de tres brazos se expanden como reguero de pólvora por las escuelas. Pero dos meses después de la aparición de los “spinners”, muchos profesores están hartos y han prohibido este juguete inventado para calmar los nervios.
Vendidos por pocos dólares, los “fidget spinners” son el sorpresivo juguete estrella de la primavera boreal, explica Frederique Tutt, experta del mercado del juguete para la consultoría internacional NPD Group. Estados Unidos pero también Europa “han sido afectada por esta locura giratoria”, dice.
La nueva moda podría desaparecer en unos meses, tan súbitamente como comenzó. Pero siembra la cizaña en las escuelas, donde ha relanzado el debate sobre los problemas de concentración de los niños.
“Los spinners salieron de la nada y, de repente, todos los niños parecían tener uno” y decían: ‘Me ayuda a calmarme'”, cuenta Meredith Daly, una profesora de una escuela pública de las afueras de Phoenix, en Arizona. “Al principio, no sabía qué pensar”.
Los spinners tenían sobre todo el mérito de ser silenciosos, un alivio tras meses del “juego de la botella”, un ejercicio que consiste en lanzar una botella con agua y hacerla caer parada y que hizo sensación al comienzo del año escolar, relata.
Sin tabletas
Pero rápidamente “los niños en clase no quitaban los ojos de su spinner o del spinner del vecino”, y eso tornaba imposible el aprendizaje. Entonces, con otros profesores, “decidimos que no podrían sacarlos de la mochila durante las clases”, dice.
Como muchos profesores estadounidenses que expresan su hartazgo en Twitter, Daly solo los tolera a pedido de los padres. O cuando se revela la necesidad, como es el caso a veces con niños que tienen problemas de atención, hiperactividad o ciertas formas de autismo.
Otras escuelas en Estados Unidos, Francia o Inglaterra los han prohibido, inclusive durante el recreo.
Tom Wuestenberg, de 8 años, lo lamenta. Tom no tiene ningún problema de aprendizaje, pero este pequeño neoyorquino de origen belga dice que el spinner le ayuda a trabajar.
“Cuando ya no tengo ganas de hacer mi trabajo, agarro el spinner, lo hago girar un poco y luego vuelvo a hacer mis deberes”, explica.
Noelle Cullimore, madre de dos niños y residente de Long Island, también tiene una opinión favorable de los spinners. Sus hijos tienen seis en total.
Su hijo hiperactivo de 10 años, al cual le prohibió la tableta digital y el celular porque era “adicto”, “juega con el spinner esperando el bus escolar, o en el coche”, dice. “Eso parece relajarlo un poco”.
“Necesidad de manipular”
Aunque son a veces molestos, muchos profesores reconocen que una cifra creciente de niños necesitan manipular alguna cosa para concentrarse mejor.
La necesidad de hacer click con el bolígrafo o tamborilear con el pie generan un menor estigma que antes, y las pelotas de goma para apretar o los almohadones antiestrés (wiggle seats) ya son normales en las escuelas, dice Meredith Daly.
“Las personas, no solo los niños, necesitan manipular algo, reducir su estrés”, subraya también Richard Gottlieb, de la consultora de juguetes Global Toy Experts. “Es una pena prohibir” los spinners porque “los niños de hoy están sometidos a mucho estrés”, estima.
El problema es hallar alguna cosa que no perturbe las clases.
“Podríamos ciertamente ganar mucho dinero si llegáramos a hallar un juguete eficaz y silencioso con el cual los niños jueguen al tiempo que escriben una redacción”, dice Daly.
La búsqueda del juguete perfecto ha comenzado. Entre los últimos candidatos en esta búsqueda del tesoro está el Fidget Cube, un pequeño cubo de plástico con posibilidades de manipulación diferentes en cada lado.
Presentado como una fuente de calma en la oficina, la escuela o en casa, vio surgir muchas imitaciones tras haber sido uno de los productos estrella del sitio de innovación por financiación participativa Kickstarter.
El hecho de manipular algo nerviosamente “no debe ser más estigmatizado o ridiculizado”, señalaron sus inventores, los hermanos estadounidenses Matthew y Mark McLahan, durante su lanzamiento a fines de 2016. “Con las herramientas y el medio indicados, puede tener aplicaciones positivas y prácticas”. (Informador)